Un intenso recuento con votos para ‘Ninguno’ y muy pendientes de los sondeos nacionales

Ciudad Rodrigo Al Día se acercó a seguir el recuento de las Elecciones Generales hasta el Colegio Miróbriga, en cuyo comedor se agrupaban 3 mesas electorales, una circunstancia que no se producía en ningún otro colegio electoral mirobrigense (en el Colegio San Francisco había 4 mesas, pero en dos salas).

Una vez llegadas las 20.00 horas, se cerraron las puertas del colegio, procediéndose en primer lugar a introducir el voto que había llegado por correo. De esas tres mesas, el proceso se demoró especialmente en una de ellas, ya que en la misma tenían derecho a voto más de 900 personas (acudieron casi 700), que anteriormente ?hasta hace un par de comicios- votaban por separado según su apellido en 2 mesas (circunstancia que se daba en las otras dos mesas allí situadas).

El recuento comenzó con los votos al Congreso de los Diputados, en el que se emplearon dos 'métodos'. En dos de las mesas, fueron los miembros de la Mesa Electoral los que fueron abriendo votos y cantándolos, tomando nota los interventores y apoderados de PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos allí concurridos. Mientras, en la tercera mesa, para agilizar, todos los allí situados procedieron a ir abriendo votos antes de recontar luego las papeletas.

En esas dos primeras mesas, una vez se acabó de abrir los sobres, se procedió a comparar los números de votos apuntados por cada interventor para cada partido, para ver si coincidían, y si era necesario volver a contar, todo ello teniendo en cuenta los votos en blanco y los nulos (que tenían que ser recogidos).

Finalizado el recuento de los votos al Congreso, se pasó al de las papeletas para el Senado, mucho más complejo al ser listas abiertas (para empezar, ya era difícil manejar las papeletas, de gran tamaño). En este caso se fueron haciendo montones de las papeletas que tenían marcados todos los candidatos de un mismo partido, y otro montón con las papeletas 'raras' ?como se llegaron a denominar- que tenían votos a diferentes partidos.

El proceso de recuento fue muy entretenido, y además, con la mirada puesta por parte de los apoderados e interventores en los sondeos que se iban conociendo de los resultados a nivel nacional.

A la hora del proceso de apertura de las urnas, hubo varios momentos 'clásicos' de todo recuento. Así, por ejemplo, a lo largo del día, una señora introdujo por error los sobres de votación en las urnas de forma equivocada (el del Congreso en la urna al Senado, y viceversa). Por ello, antes de hacer nada más, se procedió al cambio de urna de los sobres. Además, también se extrajo una papeleta censal que había caído sin querer dentro de una urna.

Una vez se empezaron a abrir los sobres, se encontraron varios votos nulos, como por ejemplo uno que contenía la papeleta de un partido, pero tachada y con la leyenda 'Ninguno'. En algún otro caso, se encontraron dentro del sobre al Congreso 2 papeletas. Si eran del mismo partido, se dio el voto por válido (contando como uno solo), entendiendo que lo más probable es que se introdujeran dos por error a la hora de cogerlos. Cuando eran de diferente partido, se anuló el voto.