"El alma y el corazón laten de otra manera después de visitar Alba de Tormes"

A pesar de que el año del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa tocó a su fin el pasado mes de octubre, la villa ducal recibió el pasado jueves la visita del peregrino Marcelino Lobato, al que en su mochila acompañan miles de historias y también miles de kilómetros, más de 2.000 pertenecientes a su última aventura que comenzó el pasado 8 de septiembre. Vivencias y experiencias que le acompañan desde que con 17 años comenzó a caminar y adentrarse en diferentes culturas y sociedades de diferentes países.

Este año, Lobato comenzó su caminar en la iglesia de Santa María Magdalena en la localidad francesa de Vézelay, cerca de París y finalizó su aventura en Alba de Tormes porque aunque que admite que no le gustan las comparaciones "estando en Ávila he visto esa cultura teresiana y no venir a Alba de Tormes es igual que el que va a Roma y no ve San Pedro"

Lo primero que he hecho en Alba ha sido visitar las reliquias de Santa Teresa. "Me considero afortunado en el año 1995 estuve en Fátima y en Coímbra me recibió una de las tres hermanas, Lucia cuando no recibía ni a jefes de Estado y fue un honor compartir un rato con ella", destaca Lobato.

La universidad de la calle, fuente de cultura y sabiduría

Este "loco, viejo, aventurero y sabio" como él mismo se describe confiesa que parte de "su Universidad ha sido la calle, donde ha podido conocer gran diversidad de culturas gracias a las personas que encuentra" y a las que considera "verdaderas bibliotecas que le ayudan a enriquecerse". En el camino Lobato asegura que merece la pena pasarlo mal durante su peregrinar "pero sí al final compartes un vaso de vino, una coca cola, una cerveza con alguien que te enseña su vida, su cultura".

En Alba acaba su viaje después de 83 días "pasándolo mejor y peor" pero considerándose "afortunado porque he dormido en muy buenos hoteles pero también en camas sin mantas, con mucho frío, con noches de helada y niebla pero así lo he elegido".

Bastan 10 minutos de entrevista para saber que Lobato esconde una mente privilegiada y un corazón que emana cariño para todos aquellos que tenemos la suerte de cruzarnos en su camino. Suerte Marcelino.