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Alfredo Pérez Alencart o la poesía del exilio
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SOBRE 'LOS ÉXODOS, LOS EXILIOS'

Alfredo Pérez Alencart o la poesía del exilio

Actualizado 05/12/2015
Redacción

"Alencart, en versos, escribe la historia que designa nuestro siglo", destaca Carlos Nejar, uno de los más notables poetas brasileños y miembro de la Academia de Letras de su país

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Muchos fueron los poetas españoles en el exilio o el destierro: Juan Ramón Jiménez, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Miguel de Unamuno? Cernuda llegó a decir que "ningún país soporta a sus poetas vivos". Yo creo que sólo los soporta y tolera en las estatuas y calles, después de muertos e inofensivos. Pero este libro de libros 'Los éxodos, los exilios', escrito durante veinte años por el poeta, ensayista, traductor e importante activista cultural llamado Alfredo Pérez Alencart, es un escenario para narrar en versos, en regla, largos, marítimos, semejantes al palpitar del océano que han atravesado tanto pueblos (el primer título, recordando al pueblo hebreo) en el camino de la migración hacia el destierro, donde no se sabe el trecho más penoso, si la travesía o la llegada. Siendo además la poesía, en sí misma y en el mundo contemporáneo, exilio. Como la belleza, que lo sigue siendo. Alencart, nieto de inmigrantes españoles y brasileños en la Amazonía peruana, gesta un texto hermoso e incisivo que, en el decir de Huidobro, "contempla lo alto que se hace aire", por relacionar en lo humano el universo, y en lo épico el relato de la aventura del lenguaje. Pues este Aedo es testigo de la penuria y del límite de un tiempo donde poblaciones huyen de la guerra o del hambre y buscan refugio en territorios europeos, muriendo muchos en la travesía. Pero lo precioso para el lector es que estos poemas habitan el alma general, donde las palabras enseñan su ciudadanía de silencio, y el alma gusta de la sombra de las palabras.

Centelleando entre tensión y separación, entre los mágico y el 'relámpago infinito', con acento autobiográfico, dice el poeta que su infancia y madurez "Crecieron sobre dos idiomas: el español y el portugués". Octavio Paz [Img #495282]asevera, con razón, que "una obra siempre es inacabada, siempre dispuesta a ser vivida por un nuevo lector". Tal es la permanencia de esta Odisea de almas. Y en ese drama observa que "nuestras voces ya no son suficientes". Porque "muchos se fueron así,/ obligados a creer en el milagro". Y también añade: "Saber, saber del que llora detrás/ de la última verja/ sólo con su vida entre los dientes,/ sólo con el viento triste,/ sin confundir el hambre con el otro morir? diciendo si volvería a repetir tal locura". Con el secreto ánimo de "?en mi escondedero/ vendaré tus heridas/ hasta devolverte/ algo de alegría". Con la confesión conmovedora: "Eres pájaro de exilio,/ pues la patria todavía arde en tu pecho.// Pero, por ahora, el instante del retorno/ apenas existe en la memoria/ de tu corazón". Kierkegaard afirma que el poeta se confunde con el héroe en lo elevado de su canto, tornándose, sí, esta memoria del corazón. Algunos títulos de este libro contienen su "sufrimiento organizado" (usando la expresión de Vallejo): Extranjero en todas partes, Brújulas para otro existir, Pasajero de Indias, Túneles del principio, Cánticos de la frontera? Y este antológico poema 'Hijos de Adán': "?Ellos arrancaron/ sus raíces, allá lejos/ (no tenían manzanas/ que comer)/ pero de nuevo son/ expulsados/ (esta vez sin culpas)". El dolor de transitar en las fronteras se asemeja al de ser expulsado, porque a veces la humanidad no se reconoce en su mismo rostro. O solamente crea fronteras en el corazón de la especie. Y esas son terribles, porque, como dice Alencart, "?duro es buscarse la vida en otra/ parte y duro estar transeúnte/ por tierras que resultan ajenas".

Alencart, en versos, escribe la historia que designa nuestro siglo, utilizando más que una "máquina de símbolos", de una forma no lineal, una máquina de instinto fraternos, solidario, con la artesanía que da altura a su cántico, sabiendo que el único tiempo permanente de un poema es su sollozante tiempo humano, señal de su duración. El tema también es de sus ancestros que pasaron la frontera de países que, en la generosidad, encontraron aquí voz, lágrima y rostro. Ya que "tener una casa no significa tener una patria".

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Carlos Nejar (Porto Alegre, Brasil, 1939). Nejar es Miembro de Número de la Academia Brasileña de Letras y de [Img #495287]la Academia Brasileña de Filosofía, además de prestigioso jurista. Tiene publicados más de cuarenta libros de poesía, muchos de ellos editados en dos volúmenes: Poesia reunida I (Amizade do mundo) y Poesia reunida II (Jovem eternidade). Es Premio Nacional de Poesía Jorge de Lima (1971); Premio Fernando Chinaglia, de la Unión Brasileña de Escritores (1974); Premio Luísa Cláudio de Souza, del PEN Club de Brasil (1977); Premio Érico Veríssimo (1981); Premio de Poesía de la Asociación Paulista de Críticos de Arte (1999) y Premio Machado de Assis, de la Biblioteca Nacional de Brasil (2000), entre otros. La Residencia de Estudiantes de Madrid y la Embajada de Brasil en España organizaron unas jornadas en su honor, celebradas el pasado mes de octubre.

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