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El chico quiere vivir solo
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El chico quiere vivir solo

Actualizado 04/12/2015
Luis Miguel Santos Unamuno

Supongo que no está nada bien que un ignorante como yo le enmiende la plana a todo un señor economista pero como la casualidad ha querido que me estuviera bullendo en la cabeza una idea para un artículo cuando me echaron en la tele una entrevista al futuro ministro de economía del estado catalán diciendo algo parecido a lo que yo pensaba pues me lanzo a ello, a enmendar al señor Xavier Sala i Martín, quiero decir, uno de los ideólogos de la nueva Hacienda catalana. Como en un chiste que mi padre sacaba a menudo de su chistera: es que hacen hablar a los muertos.

El caso es que el insigne señor Sala quería explicar al personal la que consideraba intervención encubierta del Estado, vía Montoro, en la autonomía catalana sirviéndose del FLA, el Fondo de Liquidez Autonómica (el otro agudo tertuliano bromeó: liquidación autonómica) y para eso eligió un ejemplo cargado de simbolismo y malevolencia: sería como si en una pareja la mujer (la mujer dijo, no el marido, con lo que deslizaba aún más carga emocional) ganara 100 euros al mes y (aquí un titubeo freudiano lo traicionó mostrando que ni él mismo se lo creía) se los diera al marido y este le devolviera 40 y le dijera que con eso pagara el colegio de los niños, los arreglos de la casa y demás, que resulta que costaba 60, por lo que ella debía conseguir como pudiera los 20 que le faltaban. Ella, que había ganado los 100, qué injusticia, explotó la moderadora.

Para empezar es sintomático que un economista pusiera ese ejemplo de un matrimonio conociendo, como debe conocer, la posibilidad de que marido y mujer se casen en régimen de gananciales en el que lo que ganan ambos pertenece a ambos. Será casualidad que, al contrario que en el resto de España, sea justo en Baleares, Valencia y Cataluña donde por defecto al casarse, si no se opta en contrario, se aplica el régimen de separación de bienes. Se conoce que también en la pareja desconfían de la duración del amor y ya se casan anticipando la desconexión, como dicen ellos. Bueno, van abriendo camino pues las parejas que se casan cada vez eligen más la separación de bienes. Y tengo que decir que Xavier Sala, tendencioso o no, lo del FLA explicarlo lo explicó bastante bien. Que el Estado presta cuando los bancos no prestan y los fondos patrióticos no funcionan. El meollo es de donde saca el estado ese dinero para prestar.

¿Y qué había estado pensando yo? Pues precisamente se me había ocurrido unos días antes y maduraba la idea de que la situación de las balanzas fiscales autonómicas y otras cosas por el estilo podría explicarse con la metáfora de un matrimonio con muchos hijos, en la que los padres no trabajan pero que sí gestionan los dineros que sus menesterosos hijos les entregan para el sustento familiar. Y sería muy normal que cuando se echaran a la calle a ganar el sustento para esa familia bien avenida, como tienen diferentes edades y formación y capacidades cada uno de los hijos e hijas consiguiera un trabajo y por ende un sueldo diferente. Y hete aquí que uno de los hermanos gana más que los otros pero tiene que entregarlo como los demás a los padres y (en esta parte sí pienso parecido al economista Xavier Sala) empezara a sentirse incómodo con que luego le dan para tabaco y vicios una paga parecida a la de sus hermanos que ganan menos. Así que empieza a pensar en irse de casa, en independizarse (¿les suena?), algo que ahora ya puede hacer pues que gana buen dinero.

Y en esas estamos. En que puede independizarse y, en cuanto quiera, lo hará, y los padres y los hermanos serán meros espectadores. Es una metáfora, recuerden. Pero quizá el hermano huidizo no se dio cuenta de que ahora aparca su cochazo (sus hermanos no tienen) en la plaza del parking comunitario que corresponde al piso que ocupa con su familia, el entresuelo (el Bajo lo ocupan unos alemanes y el Principal unos franceses) y ahora tendrá que pagarse otra plaza, y contratar nueva acometida de agua y luz, y la calefacción y el wifi y todo eso que antes compartía con sus hermanos. Es verdad que ya no tendrá que hacer cola para el baño porque tendrá uno propio pero obviamente tendrá que construirlo primero Pero poder pagarlo puede así que será cuestión de tiempo y de hacer números.

Yo, que no soy economista como el señor Sala sino psicólogo, me centro menos en los números y le presto atención a las emociones y razonamientos de ese hermano o hermana que, basándose en esa sensación de falta de libertad y de no pertenencia a la familia, edificada en mejor situación económica, quiere irse. ¿Lo tiene claro?, ¿se siente extraño totalmente con ese apellido García que ya no quiere llevar y prefiere autodenominarse Capdevila por un antepasado glorioso cuya sangre siente correr en sus venas?, ¿o hay una parte dentro de él que siente que comparte cosas con el resto de los hermanos y no desea irse?. Me imagino su sufrimiento interior. Pero tampoco soy historiador por lo que no atiendo mucho a siglos de historia en común y otros lazos románticos. Ahora es ahora. Ya no importa si a él los padres le pagaron el carnet de conducir que sus hermanos tuvieron que sufragarse, tampoco si pudo estudiar en una universidad extranjera mientras otros se limitaron a cursar la FP. Él se siente diferente porque viste de Gucci mientras los pequeños curran de camareros. Le ha llegado la hora de matar al padre, en expresión psicoanalítica.

Quizá esos padres debieron estar más atentos al crecimiento de ese deseo del mayor de independizarse y podían haber buscado un nuevo tipo de relación con él, quizá lo pensaron pero lo necesitaron para seguir siendo los depositarios y gestores del dinero que, en puridad, gana toda la familia y creen en la posibilidad de dar los mismos servicios a todos sus hijos. Quizá estén preocupados con el futuro de la familia pues tras irse el primero de los hijos los otros podrían seguir su ejemplo o no. Hay uno que suele decir que es adoptado, que su RH no es como el de los otros y apunta maneras. Y hay otra que incluso gana más dinero que el que pronto dejará la familia pero es porque la han tratado mejor a la hora de invertir en su formación y ella se siente contenta en ese entorno familiar de la familia de los García. Esperarán acontecimientos pero seguramente aún piensan que la familia que ve la tele unida permanece unida. Sólo que cada vez hay más canales.

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