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Encuentra un sobre con 7.000 euros y lo entrega a la Guardia Civil
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LA BENEMÉRITA DIO CON EL PROPIETARIO TRAS REALIZAR LA INVESTIGACIÓN

Encuentra un sobre con 7.000 euros y lo entrega a la Guardia Civil

Actualizado 03/12/2015
Miguel Corral

VITIGUDINO | Carla Susana Pereira ha demostrado que la honradez y la honestidad también están presentes en tiempos de crisis y corrupción, especialmente entre los más humildes

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En estos tiempos de crisis y de corrupción, en los que la máxima de muchos se ciñe a aquello de 'tanto tienes, tanto vales', resulta extraño, a la vez que grato, saber de hechos como el que este jueves tenía lugar en Vitigudino, de esos que gusta contar por ser algo extraordinario y al mismo tiempo ejemplar en una sociedad ya casi anestesiada por los constantes sucesos luctuosos, llenos de egoísmo, carentes de la más mínima ética y que se suceden cada día.

Carla Susana Pereira vive desde hace nueve años en Vitigudino con su marido Nuno, ambos de nacionalidad portuguesa y padres de tres hijos en edad escolar. Su hija, la mayor de los tres, estudia peluquería en Salamanca; mientras los otros dos lo hacen el IES Ramos del Manzano y en el CEIP Manuel Moreno Blanco. Su marido trabaja en la corta de madera que le encargan algunos ayuntamientos de la zona, y Carla está en paro, aunque por temporadas ha trabajado en la limpieza de calles en algunos municipios de la zona. Viven en un pequeño piso de la calle Santiago Fuentes, y aunque "en este momento nadie está sobrado", señala Carla, "lo que es nuestro es nuestro, y lo que no, no lo quiero".

Con estas palabras justifica su actitud después de que, sobre las 13.15 horas de este jueves, entregase a la Guardia Civil un sobre con 7.000 euros en metálico que había encontrado tras aparcar su furgoneta frente a la puerta del antiguo colegio El Pilar, en la plaza del Mercado de Abastos de Vitigudino. "Salí de la furgoneta y fui a comprobar si el maletero estaba cerrado", fue entonces cuando observó junto a la acera un sobre del que asomaban varios billetes de 200 euros. "Lo cogí y vi que había escrito 5.000 euros, pero no lo conté".

Nada más encontrar el sobre "llamé a mi marido para decirle lo que me había pasado y que iba a entregarlo a la Guardia Civil, y él me dijo que sí, que era lo que tenía que hacer". Así que mientras se dirigía al Cuartel "me encontré con una patrulla y les dije lo que había encontrado". En las dependencias de la Benemérita se contabilizaron los 7.000 euros, y se inició una breve investigación que concluyó con la identidad del propietario del dinero.

La investigación comenzaba en el lugar en el que había aparecido el sobre, y la intuición de los agentes les condujo a una entidad bancaria cercana, donde una persona reconoció la letra que figuraba en el sobre y su autor, una persona de un pueblo de la zona que había sacado el dinero del banco para hacer frente a sus obligaciones, y cuya identidad ha pedido que no se revelase, y que este diario respeta. El motivo de su petición no obedece a otra cosa que es una persona conocida y respetada, y por ello prefiere quitarse el centro de la noticia: "La protagonista es ella por el gesto extraordinario que ha tenido ?señala?. Lo que ha hecho dice mucho a favor de esta persona. Ya la he llamado por teléfono y le he dicho que iré a verla y a conocerla, y a agradecerle personalmente su gesto cuando vaya a Vitigudino".

Los agentes de la Guardia Civil se pusieron en contacto con el propietario del dinero, y aunque en un primer momento ?por la cuestión anterior? parecía reacio a contar lo que le había sucedido, finalmente vino a confesar el extravío del sobre con 7.000 euros. "En ningún momento se me pasó por la cabeza quedarme con el dinero", señala Carla. "Pensé que era de alguien al que le hacía falta para pagar algo y que otra gente podía quedarse sin él. Me puse en la situación como si hubiera sido mi marido, porque uno no debe quedarse con lo que no es suyo, y si mañana nos sucede a nosotros algo parecido, me gustaría que quien lo encontrase obrase de la misma manera".

Y así, de forma feliz, concluye esta breve historia de Carla, aunque recuerda que hace algunos años le sucedió un hecho similar cuando trabajaba en Escuernavacas limpiando las calles, labor que también ha realizado en pueblos como Villarmuerto o Villargordo. Entonces, "encontré una cartera y a la primera persona que vi le pregunté que si conocía al dueño. Era de su hijo". Aquella vez le facilitó la tarea el DNI, pero en este último caso, cabe recordar que 'el dinero no tiene nombre'.

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