David Martín captura en imágenes el ciclo de la agricultura tradicional en el medio rural, un trabajo reconocido por el MAGRAMA
La tierra nos da alimentos ecológicos, sanos y saludables. Un ciclo que se repite al ritmo de las estaciones y que arranca con la siembra y culmina con la cosecha para su posterior consumo. Un proceso que ha sido capturado por el cantalpinés David Martín Pinto en un trabajo fotográfico que ha sido premiado por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente.
Tal y como explica el autor, y como reflejan las fotografías tomadas, "la agricultura tradicional en el mundo rural, entendida como una labor manual sin la utilización de maquinaria, es una práctica de bajo impacto el medio ambiente, en todas sus vertientes, ya que garantiza una utilización responsable del suelo y de los recursos disponibles". No solo no se contamina, sino que se reutilizan los residuos orgánicos que se reaprovechan para alimentar al ganado, que nos devuelven otros alimentos y estiércol para abonar la tierra. Además, se puede reciclar la esencia (grana) de las plantas y hortalizas para sembrar el huerto en años venideros.
Ciclo natural
El autor capta la existencia de un ciclo que permite obtener productos ecológicos sin usar pesticidas, culpables en una parte de la pérdida de la biodiversidad y de la contaminación de los acuíferos subterráneos. Esto se sustituye por abono natural, compost de materia orgánica, desechos de la pisa de la uva o estiércol de gallinas y cerdos. Cuando llega la época de la recogida, una parte de los alimentos se guardan, congelan o se hacen conserva para tener abastecimiento durante el año. También se extrae y deseca grana para la siembra del año siguiente.
Las imágenes han sido tomadas entre los habitantes de la localidad de Cantalpino, lugar en el que, como en muchos otros de la provicia, se converva una parte importante de estas labores tradicionales pertenecientes a la economía de subsistencia.
La matanza, huertos familiares, pequeños corrales con gallinas y la siembra de tubérculos como la patata, son solo algunos ejemplos de una vida basada en la naturaleza y en el respeto a la tierra.