ALAMISA trae la pura alegría funk: SAXOPHONIA

Uno no sabe qué es lo que tienen la gente de ALAMISA, la sociedad de amigos de la música improvisada que siempre traen a la noche salmantina propuestas diferentes, novedosas, espectaculares. Siguiendo su norma de alternar grupos locales con grupos de fuera, el turno feliz para acabar noviembre son un puñado de músicos de Palma de Mallorca que hicieron un concierto que solo se puede calificar de puritita alegría.

Surgidos de un cuarteto de saxos clásicos del que han quedado dos, el tenor y el alto, instrumentos que dominan la formación con maestría y diálogos en los que la melodía va y viene entre ellos alcanzando un clímax a veces insoportable de puro perfecto, estos músicos atacan con igual alegría el jazz, el rock o ese funk que les caracteriza. El funk, música que surge en los sesenta en las comunidades afroamericanas mecidas por el jazz, se caracteriza por ese ritmo fuerte, pausado y sincopado que, en el caso de Saxophonia se acelera en un ejercicio de solos y diálogos perfectamente articulados. Coordinados de forma excelente, los músicos atacan cada uno de los temas disfrutando del sonido en común, dejando a los instrumentos lucirse para después, trenzar de nuevo esa melodía que adquiere en ocasiones una intensidad exasperante.

-¿Qué acaba de hacer este saxo?

-Pues un solo muy bien hecho.

Una sabe poco de música, pero si hay algo que sé es cuando los músicos disfrutan y transmiten esa fuerza y esa alegría que ambos saxos, Juanjo Montserrat y Alberto Morán derrochan mientras la batería de Miguel Marquet sostiene este aparato sonoro en el que Luis Bayón toca el bajo y los dedos de Toni Mora, inclinados sobre el pequeño Hammond, se mueven como arañas vertiginosas. El es la más amplia de las sonrisas del grupo, la de músicos que disfrutan dando un concierto y tocando para finalizar "Don´t worry, be happy" como toda una declaración de intenciones. La noche de Salamanca está últimamente llena de música, pero es con ALAMISA cuando uno se da cuenta de que las cosas están cambiando y hay un público afecto y fiel a las actuaciones en directo de las que se disfruta a pie de escenario, compartiendo emociones y sonrisas, la de estos músicos mallorquines excepcionales que nos han llenado de alegría.

Charo Alonso

Fotografía: Fernando Sánchez Gómez