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El pueblo de una reina recibe a una jardinera con luz
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REPRESENTACIÓN TEATRAL

El pueblo de una reina recibe a una jardinera con luz

Actualizado 21/11/2015
Redacción

VILLARES | La iglesia de la localidad acoge puesta en escena de la obra del grupo Lazarillo de Tormes (GALERÍA DE FOTOS)

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Es Villares de la Reina el anfitrión que ayer recibió a 'Teresa, la jardinera de la luz'. En el inicio de otro fin de semana lleno de actuaciones para el grupo teatral Lazarillo de Tormes, este núcleo de población tan cercano a la capital salmantina, abrió su majestuosa iglesia para conocer la figura de una gran mujer.

La parroquia de Villares de la Reina está considerada como una de las catedrales de La Armuña. Esta comarca salmantina también ofrece una suerte de grandiosidad a nuestra provincia por dos motivos de todos conocidos. Por una parte el imponente paisaje típico castellano, bello por la extensa planicie que ofrece al espectador que lo observa, con sus cultivos de cereales y legumbres y sus austeros colores otoñales de trigo y lentejas.

Dato éste de suma importancia, dado que estamos hablando de la base de la alimentación de mucha gente a lo largo de los siglos en nuestra tierra castellana. Trigo para hacer pan; lentejas que llenan las ollas y los estómagos de los campesinos que cuidan sus tierras para proveer de alimento a todos los habitantes de la zona. Vida y trabajo humildes que han hecho posible durante siglos que la tierra dé frutos con semillas cuidadas con esmero desde su siembra y que vean la luz en forma de espigas para hacer pan.

Bonita metáfora, pues, la que ofrece este pueblo tan cercano a la capital y capital a su vez, de la tan nuestra comarca armuñesa. 'Teresa, la jardinera de la luz' ha pasado por allí dando a conocer su vida, en la que la semilla de un profundo amor a Dios, dio frutos magníficos que de alguna manera alimentaron a todos los que de su compañía y saber hacer disfrutaron. Las espigas crecen altas, esbeltas, doradas como la luz que emite Teresa, y como ella erguidas y elegantes hacia un cielo que permite que se desgranen para dar lugar al pan que nos alimenta. Esto era en esencia Teresa de Jesús. Enamorada de un Jesús de Nazaret, que en el pan se sustancia para alimentar un espíritu dorado por la luz que emana.

Una reina hizo posible que el pueblo de Villares contara con tan espléndida iglesia, que acogió con su majestuosidad este montaje que por sencillo también se recubre de grandeza. Esta parroquia fue construida gracias a los deseos de la reina Berenguela, madre de Fernando III el santo. Residió durante un tiempo en este municipio, cuando se la nombró señora de la ciudad de Salamanca. Así dotó a Villares de su preciosa iglesia y del apellido que lo acompaña, pues fue motivo de interés para una reina, que quiso hacerle tan bello regalo con este monumento.

Obra bella en su sencillez

Desde todas sus perspectivas, el arte invadió este pueblo, que cedió gustoso el indiscutible de su iglesia para adornar más si cabe una puesta en escena teatral bella en su sencillez. Un texto claro que en muy poco tiempo es capaz de ilustrar a todo tipo de público y de manera muy sucinta sobre lo más importante de la existencia de Teresa de Jesús. Denis Rafter, autor y director del montaje ha sabido entretejer con maestría un guión original por diáfano con una escenografía que sabe conmover al público por la austeridad de sus cuadros, que van cambiando por el altar que sirve de escenario, al mismo tiempo que se avanza en la vida de la santa. Un grupo de hermanas carmelitas llegan a la iglesia de Alba de Tormes para pasar con su madre y en paz, los últimos momentos de ésta. Un enviado de la Inquisición, desde lo alto del púlpito pretende impedirlo acusándola sin piedad de ser trasgresora de la fe. La fuerza y convicción de las monjas arrojan sobre él la verdad ineludible que le pone a los pies de la luz de la humildad. En lo alto del púlpito sólo el espíritu de Teresa acaba reinando para transmitirnos con la serenidad de sus palabras, la esencia de lo perdurable.

"Vivo sin vivir en mí?". Así da comienzo uno de sus poemas más universales, y que de forma más clara habla de su vida interior. Con estas paradójicas palabras, Teresa intenta manifestar sus sentimientos. Personalidad arrolladora que no está dispuesta a ser encerrada en moldes comunes. Recorre muchos caminos de la tierra como muchos son los caminos que atraviesa en su vida el alma humana para llegar a donde le corresponde.

El amor con letras grandes no encuentra obstáculo, y la verdad alejada de intereses e hipocresías siempre se impone. Las hermanas carmelitas que saben de todo esto, no tienen ningún pudor en hablar de ello poniendo de manifiesto una vida de esfuerzos, sacrificios, lucha interior para enfrentarse a un mundo injusto que la condena por mujer inteligente, valiente y ante todo elocuente.

Un mágico juego de contrarios armonizaron la tarde. En la parroquia de san Silvestre de Villares de la Reina, una maravillosa arquitectura recuerda sus huellas románicas en su torre que se adosa a una estructura barroca como pone de manifiesto su interior. Bonito marco que acoge piezas de calidad como su san Silvestre que en el altar mayor todo lo preside y bendice al mismo tiempo, el entorno rural que lo venera. Atrás, en el baptisterio, su imponente pila bautismal se pone a los pies del crucero y de la bella tabla policromada y antiquísima de san Sebastián. A medio camino la figura de Teresa de Jesús observa este entorno dentro de una vitrina que como un joyero guarda una perla valiosa.

Un maravilloso púlpito barroco aguarda ser pisado por el espíritu de esta mujer que parece haber impregnado a lo largo de toda la representación el templo y sus ocupantes, que pasan del llanto a la risa, de la indignación a la emoción más tierna, y de un silencio reverente al más sonoro de los aplausos para un grupo de teatro aficionado, Lazarillo de Tormes, que eleva a categoría profesional, un gran producto de calidad como es 'Teresa, la jardinera de la luz'. Una hermosa lámpara, regalo de la reina Berenguela para su iglesia, aporta su luz cómplice a la brillante y poderosa de la jardinera Teresa.

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