Viernes, 19 de abril de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
- ¿Dios? - Sí, gracias
X

- ¿Dios? - Sí, gracias

Actualizado 21/11/2015
Fructuoso Mangas

En los buscadores de Internet Dios, como palabra, tiene alrededor de 300 millones de entradas, que ya son entradas aunque ya se sabe lo relativos que son estos números. Y hoy al llegar al artículo nº 100 en este espacio de Salamancartv, lo elijo como tema de mi reflexión. De todas formas, desde que tenemos memoria Dios, en tantas y tantas de sus presentaciones, ha sido levantado en alto por miles y miles de generaciones y otras tantas lo han dado por muerto y liquidado. Y por enésima vez, qué pasa hoy: ¿está vivo o sigue muerto?

Sigue valiendo la pintada callejera recogida por E. Galeano: Marx ha muerto, Dios ha muerto... y yo me encuentro muy malito. Está ya muy gastada por tanto uso pero sigue valiendo su ironía para ahorrarme unos cuantos párrafos. Porque pienso que Él, a pesar de su presunta muerte y de mis olvidos ciertos, sigue gozando de una salud envidiable. Y ha estado siempre ahí aunque demasiadas veces hemos echado sobre él velos de silencio y capas de olvido que lo han hecho parecer inexistente. Y por lo tanto inútil. Aunque lo de inútil puede decirlo de Él también el teólogo más fino. Quizás por esa supuesta, nunca mejor dicho, inutilidad nos cuesta poco dejarlo groseramente a un lado como si no existiera. Torpes e insensatos?

Y de hecho basta observar por encima nuestra sociedad para descubrir que por dejación o por descuido, bajo la presión de los trabajos y los ahogos o en medio de los gozos y quehaceres de la vida la mayoría de los ciudadanos lo han relegado a la cuneta de su mundo. Sin darse cuenta han doblado la esquina y no volverán a encontrarse con Dios. Recuerdo el estremecedor poema de Cavafis, aquel que empieza y termina confesando Sin darme cuenta en torno mío han levantado altas murallas? y sin darme cuenta me tapiaron la vida. Y yendo más allá, o más acá, mirándome, pienso en no pocos que creen en Dios y lo afirman y lo adoran y lo invocan? para acabar viviendo como si Dios no existiera.

A pesar de todo la pregunta por la vida y su sentido sigue en pie como primigenia pregunta por Dios; la formulaba Borges, en unos versos certeros como tantas cosas suyas: ¿Qué arco habrá arrojado esta saeta / que soy? / ¿Qué cumbre puede ser la meta? Da la impresión de que sin Dios, la vida es un sindiós, sin sospechar de qué fuerza vengo y a qué cima asciendo. O de otra manera y siguiendo al mismo autor: Dios mueve al jugador, y éste, la pieza. ¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza?

Bien, ahí estamos. Lo que sigue pretende ser un mínimo y respetuoso alegato en favor de Dios vivo, del Dios de Jesucristo. No es un dictamen, sino una elección entre inteligente y amorosa, entre crítica y rendida. O ambas cosas

Desde mi extrema debilidad confieso a Dios, seno y espacio donde nacen y se mueven mis días; raíz de todos los orígenes y fuente de todos los principios; Dios, alma y aliento de todos los pasos y pasiones; término de todos los caminos y definitivo remanso de cuanto vive y crece. Dios, siempre.

Dios, siempre más grande, siempre más acá y más allá, siempre más cerca y más lejos, siempre más semejante y más diferente, siempre más encarnado y siempre más transcendente. Dios, siempre.

Dios del este y el oeste, del sur y hasta del norte. Dios rubio y moreno, inaccesible y fácil, negro y blanco, alto y bajito, varón y mujer, legal e ilegal, afirmado y negado, oculto y revelado... Dios, siempre.

No un Dios arma, azucarillo y placebo y sí un Dios raíz, razón y horizonte; no un dios desconocido y sin rostro sino un Dios revelado y con perfil; no un dios sin voz ni voto sino un Dios presente, que opina y vota; no un dios sin nombre ni verbo ni adjetivo y sí un Dios que se ha puesto nombre y apellidos; no un dios que es múltiple y vario, todo y nada sino un Dios personal, trinitario y con identidad contrastada; no un dios anónimo, afónico y anodino y sí un Dios lleno de nombres, hecho voz y conocedor de todos los caminos. No describo, sino creo y afirmo.

Y como aguja de marear para no perder el horizonte de Dios estos cuatro puntos cardinales que, entre otros mil, me tomo prestados como pequeño equipaje final:

* Mira y escucha: El mundo es ruidoso y mudo, poetas, sólo Dios habla. A.Machado Proverbios y Cantares

* Él va conmigo: Sepan en todo caso que Él, mientras navegamos, nos observa. Juan José Millás. El País, 19 enero 2001

* Transcendiéndolo todo: Por detrás, por detrás, más allá. Pedro Salinas. La voz a ti debida

* Véante mis ojos: Para ver a Dios hay que cerrar los ojos o recibir de él unos ojos nuevos. O. González de Cardedal La Entraña del cristianismo

Y si alguien quiere seguir este rastro le invito a entrar en la vieja web que subí hace años a la red, le sorprenderá: www.alrostrodedios.com

Y acabado el espacio disponible, me felicito y confieso que, como mejor puedo, miro, escucho, me siento acompañado, me alzo de puntillas y, sabiéndome indigno de tanto don, deseo ver su Rostro? ¡Ay si pudiera!

[Img #467073]

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.

Comentarios...