La concordia y la discordia del género humano de Juan Luis Vives en su primera parte es una antropología en la que el humanista hispano, exiliado en Brujas, estudia y describe los vicios congénitos del hombre, entre los que destaca la ambición de poder y dominio, que le llevan a promover la guerra y en consecuencia a crímenes atroces. Es una realidad muy presente en su tiempo, el siglo XVI, con guerras entre los reinos cristianos, incluido el Papado, y especialmente contra la invasión musulmana por varios flancos, especialmente contra el Imperio Otomano; una situación que tiene ciertas similitudes con el comienzo de nuestro siglo XXI. Esa ambición de poder la ejemplifica Vives con hechos de la historia de los "grandes hombres" de cuyas estatuas ecuestres está poblada la tierra. Elegimos la de Alejandro, al que se le dio el sobrenombre de Magno, el Grande. Una de sus estatuas, figura guerrera de hombre pegado a un caballo, la encontró Julio César en Cádiz. Nos dice Vives que Alejandro decía de sí mismo en frase lapidaria: He llegado guerreando hasta los confines de la tierra. Y nuestra humanista le corrige; Guerreando no; cometiendo latrocinios. Y podemos añadir: asolando los campos, destruyendo pueblos y ciudades y asesinando a sus habitantes. Y para completar, Vives cuenta que Julio César, que, todavía joven, había venido a Hispania a hacer la guerra contra Pompeyo, que el mismo nos dejó descrita, como corresponsal de sí mismo, en su obra La guerra civil, lloró ante la estatua "porque a su edad Alejandro ya había subyugado toda Asia y él todavía no había hecho nada memorable"; es decir no había dado una batalla con tal cantidad de muertos, que su fama hubiera llegado a los confines del mundo. Los hombres buscan el poder y la gloria, aunque sea con los atroces crímenes de la guerra. ¿Será ésta la condición humana?
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.