Los ayuntamientos nombran una comisión para luchar contra el derribo de 25 pesqueras

Representantes, en su mayoría alcaldes, de los municipios de Villares de Yeltes, Villavieja de Yeltes, El Cubo de Don Sancho, Pozos de Hinojo, Moronta, Yecla de Yeltes, Bogajo, Cerralbo, Encinasola de los Comendadores, San Felices de los Gallegos y Ahigal de los Aceiteros mostraron ayer viernes su más enérgico rechazo al derribo de 25 pesqueras que la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) pretende llevar a cabo en los ríos Yeltes, Huebra y Águeda a través de un proyecto impulsado por el Ministerio de Medio Ambiente para mejorar el estado ecológico y la conectividad de las masas de agua de estos cauces, un objetivo del que disienten los munícipes.

En la reunión celebrada en el Ayuntamiento de Villavieja, a la que solo faltaron representantes de Retortillo y Saldeana, los alcaldes y concejales acordaron la constitución de una comisión que sirva de interlocutor ante las administraciones, especialmente ante la CHD por ser el organismo de cuenca, a través de la Comisaría de Aguas, el impulsor de este proyecto adjudicado el pasado mes de septiembre por 1.846.638 euros a la UTE formada por las empresas Constructora Peache, S.A.U. y Forestación y Repoblación, S.A.

Esta comisión tendrá como representantes a los alcaldes de las localidades de Villavieja, Cerralbo, Ahigal de los Aceiteros y Yecla de Yeltes, y su primer cometido será mantener una reunión con la responsable de la Comisaría de Aguas en Salamanca al objeto de evitar el derribo de 25 pesqueras o pequeños azudes en sustitución de la construcción de escalas para peces, un objetivo que se han planteado como irrenunciable a sus reivindicaciones.

Críticas de los munícipes

Alcaldes y concejales mostraron su indignación porque, una vez más, la Administración haya obviado los intereses de los pueblos dejando a un lado la opinión de sus ciudadanos o sus representantes. Además, añaden que se está interfiriendo en una parte de su cultura definida en su historia y costumbres a través de estos elementos, la mayoría de ellos integrados en el ecosistema fluvial y que han constituido nuevos hábitats tras siglos de existencia, especialmente por tratarse de ríos no regulados por presas y cuyo caudal prácticamente desaparece durante la mayor parte del año.

Para los alcaldes, el proyecto olvida aspectos importantes como el impacto ambiental que supondrá la ejecución de estas actuaciones en espacios pertenecientes a la Red Natura 2000, Lugares de Interés Comunitario (LIC) y Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPAs) que se reparten a lo largo del cauce de los tres ríos, y critican que no se haya contado con su opinión y que ni siquiera se les haya informado de los propósitos del proyecto a pesar de ejecutarse en sus respectivos términos municipales.

A este respecto, todos coincidían en las obligaciones a las que otras administraciones someten a los ayuntamientos cuando se trata de realizar cualquier intervención en la naturaleza, y que en proyectos de este calado no se haya tenido en cuenta el efecto que causará la intervención de maquinaria en lugares en los que habitan animales especialmente sensibles a la presencia del hombre. A esto mismo se refería el alcalde de Ahigal de los Aceiteros, Óscar Sánchez, que recordaba los problemas en su municipio para hacer los caminos de concentración parcelaria y que en este caso no se haya tenido en cuenta la necesidad de elaborar un informe de impacto ambiental. A esto mismo también se refirió Ignacio Abarca, alcalde de Yecla de Yeltes, cuando recordó que la Diputación hubo de desistir de mejorar el trazado del tramo de carretera entre los dos puentes del Yeltes y Huebra, en la carretera de Villavieja, por motivos de impacto medioambiental.

Impacto medioambiental

En opinión del alcalde de Cerralbo, "si desparecen las pesqueras, desaparecerán los peces en Huebra", pues recordaba que muchos de los 'caozos' que mantienen la fauna piscícola en los meses de estiaje es gracias a la presencia de estos pequeños azudes, por lo que en su opinión resulta mucho más prioritaria la depuración de aguas residuales que el derribo de las pesqueras.

De nuevo, el alcalde de Yecla de Yeltes, Ignacio Abarca, intervenía para explicar las ventajas que supone contar con estas reservas de agua en verano, especialmente en el caso de incendios y como abrevaderos para el ganado, pues en años de sequía son los únicos elementos que garantizan el agua en estas zonas. Reconoció que actualmente "no tienen el uso para el que fueron creadas", pero recordaba que los usos se han ido adaptando a las necesidades de la población, que ha pasado de la molienda de cereal a servir de abrevaderos naturales para el ganado o a espacios que contribuyen al mantenimiento de especies de especial interés como la nutria o la cigüeña negra, entre otras.

El alcalde de Villavieja de Yeltes, Jorge Rodríguez, señalaba también en este mismo sentido que "el derribo de las pesqueras no beneficiará en absoluto a los ecosistemas que se han creado y que requieren de agua para su mantenimiento", a la vez que hacía hincapié en que los "efectos de una pesquera en un río de Asturias no son los mismos que en uno del sur de Castilla y León. Aquí han generado un hábitat que de otro modo nunca se hubiera producido sin agua".

En ese mismo sentido se explicaba el alcalde de El Cubo de Don Sancho, Emiliano Muñoz, que destacaba la "excepcionalidad" con la que debe mirarse estos elementos en ríos de aluvión, que "están integrados en el paisaje" y que contribuyen al mantenimiento de ecosistemas singulares y que han sido reconocidos por distintas administraciones al concederles catalogaciones medioambientales que los definen como espacios de interés para la conservación del medioambiente.