Viernes, 19 de abril de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
La sementera
X

La sementera

Actualizado 13/11/2015
Eutimio Cuesta

[Img #474893]

Mientras el mosto fermenta en las cubas, el labrador se afana en la sementera; antes ha dejado a punto la semilla, ha revisado las clavijas, el barzón, el dental, la mancera o esteva, el timón o viga, las orejuelas, las cuñas, asentadera, cama y vilorta del arado; ha aguzada la reja, y ha reparado los tiros, cosido las coyundas y preparado los balancines y boleas. Deja, para el final, la colocación de los gavilanes en el extremo de la aijada. Todo a punto, comienza la sementera por a mediados de octubre. Y reza el refranero: "Para que la sementera sea derechera para San Bartolomé (24 de agosto) el agua primera".

Y todo a punto, el labrador, inquieto, se afana en preparar el terrero para la siembra. Antes ha retirado la basura, hacinada durante el año en los corrales y corralizas, en carros provistos del tablón delantero, que muestra, en su exterior, escenas de un paisaje agreste, de cacería galguera o el pasaje de san Isidro rezando mientras el ángel hace el oficio. Una vez, se llega a la tierra, se deposita el estiércol en pequeños montones, dispuestos en hileras, que, luego, se desparraman, uniformemente en manto, con el pico de seis dientes; en cambio, el labrador considera los orines y excrementos de las ovejas como el abono excelente para sus tierras.

La sementera se inicia con la siembra de las lentejas y de los garbanzos; luego, llega el turno de la cebada y del trigo. Hay un refrán que dice: "El que siembra por los Santos siembra trigo y coge cantos".

La imagen mañanera es un ritual: la yunta con el arado sobre el yugo haciendo cruz, el saco de simiente sobre la testuz de la yunta y el extremo del timón dibujando sobre la tierra reseca o sobre el barro una línea irregular marcada por el paso balanceante de la yunta; en otros momentos, la pareja va enganchada al carro y se montan en éste los aperos y la simiente. Era habitual observar la calle ensuciada con regueros de cagajones y boñigas, que solían barrer las mujeres, y, después, depositan en el muladar de casa como alimento de sus gallinas y como estiércol, que se truca a cambio de un carro de burrajos.

Mientras el labrador adereza el arado, ajusta las cuñas y asienta la reja con la azuela, el mozo carga la sembradera que porta sobre el hombro y emprende el oficio, a lleno por lleno, o sea, tirando una fanega de grano por huebra de terreno. Traza una calle de ocho o nueve cerros, espacio que puede alcanzar con el impulso del puño cargado de simiente, Y va avanzando por la besana con marcha acompasada y paso garboso. La pareja se coloca en el cabecero con las orejeras impidiendo su visión lateral; y el gañán, mancera o esteva en mano, va guiando la yunta con la voz y abriendo, al tiempo, los cerros; el gavilán dispuesto en la mano izquierda por si es necesario limpiar el barro de las orejeras; la mirada firme a lo lejos y la siembra bien tapada bajo un lienzo de tierra arcillosa.

Al mediodía, el labrador y su mozo se sientan en el hato, y sacan, de las alforjas, la merienda que les ha metido el ama y el barril de tinto, mientras la pareja hace lo propio con la cebadera suspendida de su testuz.

En función de las labores, que se van realizando en el campo, toman distintos nombres. Es besana, la rastrojera consumida y zaleada por la pisada reiterativa del rebaño. Al levantarla y ponerle el cerro, pierde esa denominación y pasa a llamarse pardala. Cuando es sembrada, deja de llamarse pardala y se convierte en serna. Una vez macollada, recibe el primer arico, entonces se dice senara. Una vez espigada, se le llamaba cierna, y "pan", cuando está a punto de ser segada.

Antiguamente, se distribuía la propiedad en yugadas. Una yugada se definía al terreno que era capaz de labrar un yugo durante un año, que venía a ser como cincuenta huebras (un yugo era una pareja)

Huebra: el trabajo que alzaba una yunta en un día. Equivale a 4.472 metros cuadrados. El estadal es la medida agraria habitual para determinar la capacidad de superficies pequeñas; equivale a 11,18 metros cuadrados. La huebra son cuatrocientos estadales. En otros lugares, a la huebra se le da el nombre de obrada.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.

Comentarios...