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Dulces y amargos
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Las palabras y las horas

Dulces y amargos

Actualizado 08/11/2015
Aniano Gago

1/noviembre/2015:

Decido iniciar este diario un día que siempre me ha producido tristeza. En esta ocasión también. Ayer estuve con Violeta en la boda de Luis Santos, compañero de trabajo, y hoy me siento muy cansado. Hace tiempo que descubrí que los años pesan, que ya no es lo mismo que cuando tenía cuarenta. El cuerpo me castiga mostrándose débil. La boda estuvo muy bien, dentro de lo que es una boda; este año llevo tres. Como dijo Martín Luna, un monologuista que intervino al final de la comida "las invitaciones de las bodas hay que ponerlas al lado de las multas de tráfico". Una ruina, pero Luis es un gran tipo y le agradecí mucho la invitación. Fue una jornada cargada de abrazos y de risas con Isidro Navas y Jerónimo Rando, además de nuestras mujeres, todas encantadoras y vestidas para la ocasión.

El día ha amanecido entre soleado y gris, como si quisiera traer vida pero no puede. El otoño empieza a mandar en serio y el cielo se atonta. Los árboles tiran las hojas a borbotones, pero aún quedan muchas de colores marronáceos, unos amarillentos otros rojizos. Decido dar un paseo con Violeta y descubrimos un viento terral que molesta, pero necesitamos desentumecer las piernas y despejarnos la cabeza.

Hoy es el día de Todos los Santos y mañana el de los Fieles Difuntos aunque popularmente se confunde y mezclan. Será mañana cuando vaya a Toldanos a llevar las flores a la tumba de mis padres. El cementerio se llenará de colores, de crisantemos, de margaritas, de rosas tardías, de claveles y de gladiolos. Ramos funerarios para alegrar la tristeza. El resto del día lo he pasado después tumbado en el sofá de casa, escribiendo dedicatorias de mi reciente libro "Prosas de pan" a los amigos. Al final del día empiezo a tirar de las palabras. Ha sido un día vacío, sin pensamientos siquiera.

2/noviembre/2015

He ido con Violeta a Toldanos a poner flores a la tumba de mis padres. Momento triste en un día lluvioso. Releo los versos que les escribí al morir: "El trigo nace en la tierra/ y a la tierra vuelve/, el trigo es el pan y el cielo la simiente/ sementeras de esperanzas/ y primaveras verdes/; los veranos secos de sol, padre,/pero siempre amanece". "Estos, madre, campos de tierra / campos para espigar/ olvidaron la amanecida/, ¡Qué grandiosidad perdida!/, ni trigo, ni luz, ni viento/ ¡Qué silencio!. De regreso a casa paso por la bodega y miro de soslayo el estrambote de un soneto que allí tengo escrito: "Canta, y entona bien este repertorio/llena la andorga y todos los sentidos/ tiempo habrá para nuestro velatorio/ el lejano final de este camino".

Después comemos en casa de Pedro Lomba. Magnífico todo. También acude Ángel Barrena y Jerónimo Lomba con su mujer Luisa. Antonia, la mujer de Pedro nos hace unas patatas con calamares exquisitas. Bebemos vino de Pablo Barrena, que pasaba solo, y un Ribera del Duero crianza Conde de Siruela. Al final se asan unas castañas asturianas dulces y riquísimas. Hablamos del pasado, de los días del hambre en Toldanos, hace sólo cincuenta años, cuando había familias que no tenían qué comer y que se buscaban la vida respigando y barriendo las eras, al término del verano, después de haber sido ya barridas por los propietarios. ¡Cómo hemos mejorado!, pero no nos damos cuenta. Tendemos siempre al pesimismo y nos atrae el lloriqueo. El recuerdo al pasado nos hermana, y nos reímos de cuando éramos niños y nos divertíamos con todo. No hablamos de política, ni siquiera de Cataluña, tan de actualidad porque los independentistas quieren desgajarla de España. En el pueblo preferimos siempre conversaciones blancas, amables. Y nos encanta hacerle caso a Kierkegaard, cuando decía que "la vida se vive hacia delante pero sólo se entiende hacia atrás". Eso es lo que intentamos hacer. Hasta arreglamos las casas del pueblo, como Pedro Lomba, quien me enseña lo bien que ha dejado la suya después de gastarse buenos euros para hacer una pequeña mansión llena de gusto y comodidades.

De vuelta a Valladolid las nubes negras nos persiguen y la lluvia golpea el parabrisas con inquina. Ya en casa entremezclo lectura de periódicos digitales con miradas a la televisión y conversaciones con mi hijo Rodrigo y mi mujer Violeta. La vida sencilla es muy previsible.

3/noviembre/2015

Hoy me esperaba el trabajo. Primero he llevado a Violeta a la Ong donde presta servicios altruistas. Da clases de español a migrantes que llegan en los cayucos y que las organizaciones humanitarias distribuyen por toda España. ¡Qué labor!; hay personas que ayudan a los demás como misioneros laicos y eso me reconcilia con el ser humano. Ahora que hay tantos refugiados sirios por toda Europa, y que podemos ver en imágenes insufribles en televisión, resulta que hay gente que cree en los demás. Y sale poco en los periódicos. Eso lo ocupan las encuestas sobre las próximas elecciones generales y las opiniones de los políticos. Parece que el PP volverá a ganar aunque muy lejos de la mayoría absoluta. PSOE y Ciudadanos andan cada vez más igualados y Podemos pierde fuelle. Desde ahora al 20 de diciembre nos esperan muchas encuestas y todo tipo de especulaciones. En Cataluña, mientras tanto, siguen a lo suyo, a la independencia. Ya veremos como termina ese asunto tan feo. El ministro de Asuntos Exteriores, García Margallo, ha dicho que "los golpes de estado institucionales se sofocan". ¡ Qué palabras!; me dan miedo. Pero el lenguaje nunca miente. Me acuerdo cada día de Barcelona, hoy porque además me ha escrito por wasap Dagoberto Escorcia, un viejo amigo, colombiano genial, que me felicita por mis "Prosas de pan". Las redes sociales han cambiado la forma de comunicarse.

Circulo por el centro de Valladolid, por el paseo Zorrilla, y veo una ciudad tranquila, sosa, gris. En el trabajo saludo a los compañeros después de tres días de asueto y lo hago con efusividad. Me gusta imprimir entusiasmo a mis acciones porque creo que eso ayuda a todos, el primero a mi. A la tristeza nunca hay que darle espacio.

Después almuerzo en Sotoverde con amigos entrañables: Jesús Alberto, Javier Montaña, Javier Aguirre y Víctor Peral. Comemos unas alcachofas exquisitas y una carne de Aliste de gran sabor. No me preocupa lo que ha dicho la Oms sobre el peligro para la salud de las carnes que comemos porque en Toldanos no se ha comido otra cosa que cerdo y embutidos toda la vida y gran parte de sus habitantes viven en torno a los noventa años. Cierto que siempre combinado con todo tipo de legumbres. Creo que lo malo de la alimentación está en el abuso y en los herbicidas contaminantes. ¿Será esa la causa de que cada día haya más personas enfermas de cáncer?.

El día transcurre después al ritmo oscuro que empiezan a traer los días cortos.

4/noviembre/2015

[Img #473230] Hoy he ido a Toldanos. Allí me esperaban los albañiles para hacer un arreglo en la casa de mis padres y mis abuelos. Tener una casa en un pueblo, en estas tierras despobladas y solitarias, es un ejercicio casi religioso. Pero suele haber sólo dos opciones: o dejarla caer o arreglarla. Yo decidí reformarla poco a poco. En Toldanos hay muchas abandonadas, en ruina, porque el abandono es peor que la lluvia, la nieve, el viento y las termitas. Una casa necesita calor familiar y de chimenea, porque si a una casa la come la humedad después llegarán las termitas. A la mía la han respetado, tal vez porque ven vida, fuego con brasas de encima y reuniones de amigos.

No ha parado de llover en todo el día; la calle Nueva bajaba como un río antes de cruzar la calle Real. Toldanos está en una "tierra mal bautizada", como escribiera en su libro de viajes por Tierra de Campos, Jesús Torbado. Pero cuando llueve lo hace con ganas y de forma persistente. Sobre todo en otoño, lo que desespera a los labradores porque no pueden entrar a las fincas con los tractores y las máquinas a sembrar el cereal.

Comí en casa de Ángel Barrena huevos, patatas fritas y rabo de toro. Todo exquisito. Hablamos de su futura jubilación, a cuatro meses vista, y de la situación del sector porcino, grave, con precios casi a pérdidas. Ángel Barrena fue panadero y después, junto con su padre y su hermano Juan Carlos, montó una granja muy modernizada con más de 1500 cerdos. Ese ha sido su modo de vida, lucrativo en función de los vaivenes del mercado y siempre de mucho esfuerzo, tanto como tener que trabajar todos los días de la semana, con apenas cuatro días al año de vacaciones. Un ejemplo de la dura vida del autónomo o el pequeño empresario. Pero Ángel Barrena siempre ha sido feliz y ha sabido valorar las cosas buenas de la vida. De eso me he beneficiado yo muchas veces.

De vuelta a Valladolid veo los campos renacidos de trigo y cebada tras la siega en julio, los pinos recientemente plantados y las encinas de El Raso. Ya en la ciudad, en casa, leo "Tratado sobre la tolerancia", Voltaire. Mis lagunas culturales son enormes, lo que me obliga de cuando en cuando a leer obras que debí valorar mucho antes, pero que no lo hice. Voltaire es uno autor imprescindible.

5/noviembre/2015

Después del trabajo voy a tomar unos vinos con Isidro Navas que anda preocupado. Como es alto ejecutivo se le suman los problemas, pero los resolverá porque tiene capacidad para hacerlo. En estos tiempos, y posiblemente en todos, la responsabilidad siempre ha significado poder y púrpura, pero también sufrimiento. Despachamos a gusto unos "riberas" y los acompañamos con una ración de callos con oreja extraordinarios. También en el Trébol Anselmo nos sirve unos boquerones con un toque final de vinagre que son únicos en calidad y sabor.

Por la tarde me dedico a Voltaire. Cada frase me encantaría guardarla en la memoria, por lo acertadas que son. Muchos contenidos del "Tratado sobre la tolerancia" demuestran la intolerancia que hubo en muchos países europeos tiempo atrás, como Francia, cuando se mataba a los hugonotes de forma masiva, lo que demuestra que la leyenda negra española es injusta en proporción a lo hecho en otros lugares, como la propia Francia, Inglaterra, Holanda, Alemania o Irlanda, por poner algunos lugares donde actuaban con más violencia que la Inquisición de España, que ya es decir. Voltaire de Irlanda dice que "por espíritu dogmático y el abuso de la religión cristiana mal asimilada?enterraba vivos a los protestantes, colgaba a las madres de cadalsos, ataba a los hijos al cuello de sus madres para verlas expirar juntas, abrían el vientre a las mujeres embarazadas y los extraían medio construidos para darlos de comer a los cerdos y los perros?". Dice Voltaire que "los tigres sólo matan por comer, mientras que nosotros nos hemos aniquilado por los párrafos de unos textos". ¡ Qué gran verdad!.

El día lo cierro en la entrega de premios de la revista "Castilla y León Económica" que concentra en Valladolid al núcleo más importante de empresarios de Castilla y León. En el canapé posterior hablo con numerosas personas que les encanta hacer lo que ahora se llama "networking", o sea, relaciones públicas directas. El hacer contactos es fundamental en este mundo global dedicado a vender lo que sea y a quien sea. Los negocios hoy se fabrican de pie con una tapa de jamón y un vino afrutado.

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