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No envejecer o envejecer bien
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El tema de nuestro tiempo

No envejecer o envejecer bien

Actualizado 07/11/2015
Matilde Garzón

Aprender a vivir la "vejez"

"La gente mayor debe aprender a vivir la vejez", se repite imperativamente, aunque sea una asignatura difícil y desconocida y cuando va llegando, a falta de maestros, se aprende a medias o no se aprende nunca.

La realidad VERDADERA es que no envejecemos. Según la Física Cuántica lo que llamamos nuestro cuerpo físico, cada cinco días no es el mismo. Menos aún, pues cuando inhalamos entran en él 1028 átomos y en cada exhalación se exhalan otros tantos, que son fragmentos de nuestro corazón, riñones, sistema nervioso?Estamos intercambiando nuestro cuerpo con el resto del universo; reemplazamos el 98% de todos los átomos de nuestro cuerpo en menos de un año. Como en los espacios vacíos, intergalácticos, nuestros átomos, que son sistemas solares completos, fluctuan como energía en el gran vacío que es el terreno esencial de nuestro ser, vacío que no significa "nada" sino una plenitud de inteligencia no material que se expresa como cuerpo material. Este viene y va pero la plenitud de inteligencia no-material permanece por siempre. Está más alla del tiempo y del espacio. Desaparecerían nuestros problemas si nos diéramos cuenta de que no somos seres humanos con experiencias espirituales ocasionales sino que SOMOS SERES ESPIRITUALES CON EXPERIENCIAS HUMANAS OCASIONALES. Nuestros pensamientos, sentimientos, emociones se transforman en moléculas, en células pensantes, inteligentes. Todo el Universo al que pertenecemos, es un organismo consciente, vivo y pensante.

Ni conozco la Física Cuántica ni este artículo pretendía hablar de ella. Por eso, volvamos del interrogante que nos condujo a la anterior digresión, a lo más cotidiano, que puede acercarnos de algún modo a lo que aconseja el título del artículo: Envejecer bien, no envejecer, que equivale a ser felices en esta nueva "forma"o "etapa" de la vida.

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Cuando nos encontramos dos o tres "viejos" surge a menudo una conversación de la que habría que huir: las enfermedades; también una confesión halagüeña: La sociedad nos siente, califica y trata como "viejos, ancianos, mayores?" pero por dentro, nos sentimos jóvenes. Decirlo en voz alta, parece un pecado.

Lo más costoso no son tanto los deterioros biólogicos que van llegando sino el modo de mirarte y tratarte los demás, la sociedad: autoridades, familiares, dependientes de comercios, médicos, los compañeros de profesión más jóvenes y hasta los curas de las Parroquias. Parece un piropo "qué bien estás, me gustaría estar como tu, cuando tenga tu edad", pero es un recordatorio.

"A mí me gusta vivir, aunque a veces cueste tanto... " ?decía Ana Maria Matute. Y claro que cuesta más vivir por ese señalamiento y por otras hierbas: porque es mayor el presupuesto para comer, vestir, medicarse; porque muchas veces hay que vivir sola y cargar con todos los recibos de alquiler, luz, agua, calefacción? Cuesta más vivir porque los familiares, los amigos van desapareciendo, las carencias se multiplican y la soledad se hace inexorable y muchas veces dolorosa. Junto con los surcos de la cara, se te arruga la vida. No es fácil hacer nuevas amistades, emprender viajes sola?

La sociedad es plural, variopinta y así se comparten riqueza y experiencia, pero a los "viejos" intentan confinarnos con personas "viejas", y para ello se han construído residencias, centros de día, se organizan viajes, festejos, bailes, todo un negocio,.. y te lo sirven hecho, todo para los "viejos" pero sin los "viejos". ¿Es extraño que empiecen a sentirse inútiles, aislados, mucho más si tienen que abandonar su lugar habitual de vida?

Se han consagrado ya social y económicamente las "guarderías para la vejez", un muro contra el que es difícil luchar, un muro más de exclusión como los miles que Europa no cesa de levantar para otros colectivos.

Dice San Pablo que aunque el cuerpo exterior se deteriore el ESPIRITU se renueva cada día y que caminamos de PLENITUD EN PLENITUD. Parece que San Pablo tenía alguna noción de Física Cuántica. Desde que nacemos empezamos a morir (a cambiar, a renovarnos) pero también a resucitar (a participar en esa Inteligencia imperecedera). Es algo que habitualmente no se enseña, ni se cree y en consecuencia, no se vive.

¿Qué podemos hacer para "no envejecer", para seguir siendo lo que realmente somos?

*Descubrir y cultivar esa VIDA INTERIOR es fundamental. El silencio, la lectura, la meditación, ayudan a purificar nuestras profundidades, sanear nuestros sentimientos, curar las heridas y dejar un profunda paz que fluye desde dentro y se extiende por todos los recovecos, alisándolos, llegando a invadir todas las actividades, pensamientos y vida emocional. La curva de la corporeidad exterior en descenso, se compensa con creces con el camino ascendente de plenitud de la vida interior y cobra cada vez más fuerza, más sosiego, más dulzura.

Pero todo en la vida requiere una actitud, un trabajo, que proporciona el alimento de la satisfacción y abre a una vida ancha de expansión y de unidad, de generosidad, dádiva y transparencia.

Para conservar y hacer crecer esta vida Interior profunda y escondida, se necesita mantener, cultivar y a ser posible acentuar:

*la ILUSION en todo y por todo.

Es el pequeño fuego que no debemos apagar y sí convertir en llama que no se extinga: "Tenemos que llenar nuestra agenda con actividades que nos gusten. La pérdida de ilusión es lo que realmente te hace viejo" (Angel Andreu), "Sin ilusión no he podido hacer nada en la vida" (Asunción Balaguer), "Sin ilusiones la cosa no marcha. Sigo teniendo ganas de hacer cosas" (Durán Pelonio), "No se puede vivir sin ilusiones pues, a pesar de la edad, las ilusiones siguen", "Cada etapa de la vida tiene sus ilusiones, la vejez también", "Hay que envejecer desde un espíritu alegre y esperanzado y seguir mirando hacia el futuro" (Eduardo Caput). Todos aseguran que una vida con ilusión, tiene fuerza, energía, generosidad, alegría.

*CURIOSIDAD permanente

El paso del tiempo no debe hacernos renunciar ni al disfrute ni a la curiosidad. Una sana curiosidad por las cosas que nos rodean, misterios, bellezas abismales, sombras, acontecimientos inexplicables que nos proporcionan los libros, los acontecimientos, la sabiduria de los demás, hermosas películas que podemos ver sentadas en la Tele o en el cine. Lo propio de los seres humanos desde niños, es buscar, investigar, preguntar los porqués, los cómo, los paraqués. Taladrar la vida. Encerrarse en el propio yo es empequeñecerse, amortiguarse, impedir la natural expansión.

"Nunca se sabe todo, siempre hay que seguir aprendiendo", "Tenemos que movernos, así nos sentiremos mejor. Hay que seguir aprendiendo" (Durán Pelonio); "para compartir riqueza y experiencia hay que estar activo?".

DESCUBRIR LAS RIQUEZAS DE LA VEJEZ

No podemos permanecer sin mostrar, sin comunicar el tesoro que encierra esta etapa de la vida tan desconocida y menospreciada. En ella se acumulan experiencias del pasado que cobran sentido, nuevas perspectivas y valores que ensanchan las ideas y unifican los fragmentos que han desfigurado la percepción, la sensibilidad. Es un tiempo de acogida, ternura, de nuevos sentimientos, de abandono en lo esencial, de experiencia vivida de que "en la debilidad está la fuerza", de sentir nuestra pequeñez envuelta, transpasada e invadida por el Todo. Es un encuentro con la "sabiduría". De forma parecida lo dicen algunas personas de edad avanzada:

"Escapar de los pensamientos negros y de ver las cosas desde la tristeza"

"Acumulación de experiencias y de valores" (Luis de lezama), "Con los años se va valorando más lo realmente auténtico y eso es una forma de dar más vida a la vida" (Manuel Diaz Rubio), "La vejez es también una riqueza que los años aportan. A medida que gastas en años, ganas en sabiduría, sensatez y humildad" (Jesús Infiesta).

LA VEJEZ COMO CADA EDAD TIENE SUS DESAFIOS

La vejez no llega de repente, va llegando lentamente y cuando somos conscientes, debemos afrontar la nueva etapa con dignidad, sin vergüenzas ni disimulos, considerar el propio envejecimiento como un desafío de la vida, que nos invita a emprender el nuevo camino con sentido, con la juventud que experimentamos interiormente, poniendo todos los medios para envejecer bien. Somos responsables, en cierta medida, del propio proceso de envejecimiento"

Todo reto implica un nivel de dificultad alto; envejecer bien es una tarea difícil en la que una persona debe esforzarse, pero el esfuerzo merece la pena.

AFRONTAR EL NUEVO DESAFIO, EN TODOS LOS ASPECTOS, con los medios a nuestro alcance, "Envejecer es el más importante reto que tiene el ser humano" (Rocio Fdez Ballesteros, psicóloga) Por eso, es necesario

­?cuidar el cuerpo

  • hacer ejercicio físico regular (paseo, natación, baile) y una dieta mediterránea frugal.
  • "mantener la mente ocupada intensificando la actividad intelectual, pues aunque las neuronas se pierdan, aumentan las sinapsis con conversaciones culturales, lecturas sabrosas, música, contemplación, ordenador?
  • [Img #470216]"defender el control de la propia vida tratando de ver y saborear lo positivo de cada circunstancia"
  • " ver las situaciones estresantes como un problema a resolver y no como una amenaza. Controlar la propia vida, mirar lo positivo, manejar lo negativo"
  • participar a todos los niveles que podamos, hacernos presentes con dignidad, ofrecernos con valentía y humildad y "defender la participación e implicación desde el núcleo familiar al profesional y más ampliamente social, porque seguimos estando, no nos tienen que integrar porque no estamos desintegrados. "Uno es joven o viejo dependiendo de su mentalidad más que de la condición física" (Angel Garcia Rodríguez) . Finalmente,

ACEPTAR LAS SITUACIONES QUE SE PRESENTEN, MANTENER LA ALEGRÍA Y VALORES PERSONALES Y SOCIALES, REINVENTARSE CONSTANTEMENTE.

"Me gusta la modernidad, me gusta la creatividad, la gente joven. No me molesta casi nada de lo nuevo, lo acepto, lo asumo" (Antonio López), "Acepto el paso del tiempo", "En mi criterio son valores fundamentales la lealtad, la fidelidad, la solidaridad y la amistad" (Paloma Gómez Borrero), "Lo más importante es seguir haciendo las cosas que quieras hacer, que te diviertan" (Severo Ochoa), "Continuamente me reinvento desde el optimismo"(Norman Foster), "La edad no es una etapa de la vida, sino del espíritu".

Acabamos con las palabras esperanzadoras, ya mencionadas de PABLO Y L. BOFF: "La corporeidad exterior o biólógica, en constante transformación, se deteriora, pero la corporeidad interior, invisible, se hace nueva cada día"; "Caminamos de plenitud en plenitud".

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