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La Utopía, otra vez
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La Utopía, otra vez

Actualizado 07/11/2015
Fructuoso Mangas

El buscador que uso habitualmente me presenta 12 millones de entradas en Internet para la palabra Realismo y eso está bien. Hay que ser realistas. Y mi buscador no para y me trae 70 millones de entradas para la palabra Utopía. Las cifras me dan la razón, sin utopía no se vive. Es verdad que la palabra, traída y llevada de acá para allá, ha quedado rozada y maltrecha, pero lo que significa sigue en alto y en pie. Que no, que sin utopía no se vive con dignidad y sin horizonte inasible la tapia te encarcela la vida.

[Img #471627]La historia viene de muy lejos. La idea, aplicada a la política, nace con Platón diseñando el gobierno ideal de la ciudad y es retomado por Tomás Moro, en el siglo XVI, con su proyecto político y social que sitúa en ninguna parte, o sea en Utopía (o en Eutopía, como según algunos quizás quiso decir, o sea "en buen lugar"). Y ahí nació la palabra, ya con cierta ambigüedad.

Desde entonces, y ya antes aunque sin ese nombre, la idea y la palabra han corrido en todas las direcciones, llevando sobre sí sueños, ideales, ambiciones, luchas, esperanzas... de cada época. Por eso la palabra misma, utopía, además de estar cargada de futuro, está también llena de memoria y de sentidos.

Ahora me pongo algo profundo, porque el tema lo exige. La utopía es siempre una teoría (o sea, una visión, que eso significa "teoría" en griego) anticipadora y liberadora; es una tendencia esencial del espíritu humano, que intenta la superación de los límites actuales del hombre, tanto en el plano teológico, con M. Buber o P.Tillich por ejemplo, como en el plano marxista, según E.Bloch. Aunque la descalificación del socialismo utópico que hicieron Marx y Engels al defender su propuesta de un socialismo científico alteró el significado de la palabra y retrasó su mayoría de edad y de pleno significado. Incluso también desde otras direcciones la palabra quedó tocada y se redujo peyorativamente a un sueño irreal e inútil. Hasta el DRAE se deja llevar por ese deterioro. Pero siempre ha permanecido, la idea o la palabra misma, como sueño de media humanidad ante o frente o contra una realidad que no responde a las expectativas y con el deseo apasionado de un mundo futuro distinto y perfecto. Y aunque a veces lo sea ? aun lo mejor a veces se corrompe- nunca es huida ni placebo ni falsificación.

Y esta pasión, en el mejor sentido del concepto, presentada de formas muy distintas y con intenciones muy diferentes a lo largo de los siglos, responde prácticamente en todos los casos, desde Tomas Moro hasta George Orwell, a dos intenciones: valorar críticamente y de forma negativa la situación social, económica, religiosa, cultural o política, ¡o todas a la vez!, y al mismo tiempo proponer un modo de organización ideal (idea significa "visión") que ofrecería la solución a los problemas de esta humanidad. En todos los casos, aunque en unos más que en otros, la utopía ha sido un aliento que pretendía, y pretende, ser motor de la historia para responder a las esperanzas del hombre. En este sentido fue E. Bloch el que abrió una nueva brecha a la utopía como proyecto de acción para la transformación del mundo, sin olvidar el pensamiento cristiano que la abraza y la anuncia sin miedo ni rebaja.

Efectivamente, hay otra forma de hacer las cosas, de hacer economía, de transfor­mar el mundo: desde los barrios, las asociaciones, las familias, las parroquias, las personas... hasta desde los movimientos políticos se puede trans­formar el planeta (¡Laudato si!); desde lo chiquitito y cotidiano no sólo se puede cambiar el mundo, sino que podemos y debemos cambiarlo ¡ya!

Otro mundo es posible, ya está sien­do posible porque hay muchos hombres y mujeres que pensamos en esto, soña­mos con esto, tenemos esa "idea", mantenemos esa "visión" y avanzamos poco a poco hacia la utopía.

Y lo acreditará la historia de pasado mañana. Allí nos veremos

Materiales de apoyo por si pudieran interesar

+ Tú, Varuna, tú eres el rey de todos los dioses y de todos los mortales, concédenos cien otoños para que podamos ver por fin el mundo en toda su plenitud y disfrutar todos sus bienes.

Rig-Veda, II. Original sánscrito

+ El Mesías no vendrá sino cuando ya no será necesario, no vendrá sino un día después de su llegada, no vendrá el último día, sino el muy último. F. Kafka.

+ (La utopía) ? es la decisión de que la injusticia no sea la última palabra. Max Horkheimer

+ La Pascua que comemos nos nutre de porvenir. Pedro Tierra (H. Pereira da Silva)

+ Dios estará de nuestra parte un día.

Viviremos en paz un día.

Yo lo siento en lo profundo del corazón. Joan Báez

+ ¿Cuántas muertes habrá que lamentar

para caer en la cuenta de que son demasiadas?.

La respuesta, amigo mío, está soplando en el viento. Bob Dylan

+ - Por mucho que camine, nunca la alcanzaré. ¿Para qué sirve la utopía?

- Para eso sirve,hermano, ara caminar E. Galeano

+ (La utopía) ?es arriesgada, terca y feliz

como el empeño de un parto. Félix Morales

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