Jueves, 28 de marzo de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Tarde de lluvia en día de difuntos
X

Tarde de lluvia en día de difuntos

Actualizado 06/11/2015
Marta Ferreira

[Img #470545]

No para de llover. He venido a Miranda a descansar, con ganas de pasear y de disfrutar de sus terrazas, allí al lado del castillo. Pero ha sido que no. El hombre propone y el destino dispone. Llueve y llueve y no deja de llover en este 2 de noviembre, día de difuntos. Mira que el día de por sí es triste, a diferencia del de los Santos, pero esta lluvia pertinaz lo hace incluso lóbrego. En un pueblo casi desierto porque los turistas lo han visto venir y se han quedado en casa. Me repliego en casa, me abrigo, y veo cómo jarrea, cielo gris cerrado, niebla al fondo, calles vacías: la vida es así en tantos pueblos castellanos muchos días del año. Las ciudades esconden nuestras existencias grises: siempre con gente en la calle, bares y cafeterías animadas, comercios iluminados, bullanguería, todo lo necesario para olvidarnos de quiénes somos, gentes frágiles y muchas veces sin saber adónde ir.

Aquí, sin embargo, no hay salida. Te quedas ante ti misma y te haces preguntas que muchas veces no tienen respuesta. Te preguntas, por ejemplo, si tiene sentido lo que haces, miras tu pasado y no encuentras explicación a muchos acontecimientos de tu vida, te quedas a solas contigo misma y sientes que la vida cotidiana cuestiona todo si te paras a oírla, ¿pero cuándo nos paramos? En un pueblo, por el contrario, te sobra tiempo para pensar, para contemplar, para oír, en un pueblo te sobra tiempo para hacerte preguntas sobre ti misma.

Está oscureciendo muy pronto. Cuatro luces en la calle y poco más. Llevo mal el otoño por esto: los días se acortan, la oscuridad se hace reina del mundo, es más tiempo de leer que de pasear y, cómo no, es tiempo de preguntar. La primavera con la naturaleza renacida, el verano con su explosión de vida, e incluso el invierno pese al frío con los días que se alargan y prometen tiempos mejores, te llevan a salir hacia fuera, pero el otoño es otra cosa: el otoño nos mete en nosotros mismos, el otoño nos hace mirar más el pasado que el futuro. Como esta maldita tarde de lluvia en un día de difuntos inacabable que me inquieta porque todo a mi alrededor son incertezas, melancolía y recuerdos. Y los recuerdos están bien, sin memoria no somos nada, pero también nos traen la tristeza de quienes nos faltan y querríamos que estuvieran aquí ahora, con nosotros, hablando, sonriéndonos, escuchándonos, y los echamos de menos.

Qué duro es sentirnos solos en el mundo, aunque estemos acompañados, porq ue al final siempre estamos solos. Por eso es bueno experimentar radicalmente esta soledad sin engañifas a tu alrededor que solo sirven para anestesiar nuestra existencia. A medida que va pasando la tarde, me siento mejor, la melancolía va cediendo su lugar a la serenidad, me encuentro conmigo misma. Y aunque esta lluviosa tarde de difuntos al principio me resultara insoportable, finalmente me ha devuelto la paz. Sé que soy y por ende que todo me espera mañana o, mejor dicho, hoy mismo, porque estoy viva y todo puede ser mejor.

Marta FERREIRA

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.

Comentarios...