Segovia abre las puertas de su iglesia del seminario para la representación del grupo Lazarillo de Tormes de la ONCE (GALERÍA DE FOTOS)
Este sábado, Segovia abría las puertas de su grandiosa iglesia del seminario para que los integrantes del grupo Lazarillo de Tormes de la ONCE, lleve hasta su altar a "Teresa, la jardinera de la luz". Para todos aquellos que de la obra han disfrutado, resulta evidente el porqué de que una iglesia sea el escenario más adecuado para esta representación teatral, que como ya sabemos ha sido escrita por Denis Rafter, y así concebida en su escenografía desde sus comienzos.
Desde el mismo momento que cualquiera se asome a esta iglesia del seminario de Segovia se siente sobrecogido por su grandiosidad. Es un recinto amplio en cualquiera de sus dimensiones: longitud, anchura y altura. Un espectacular retablo barroco de enormes columnas salomónicas preside su altar, amplio y limpio que se convirtió en un cómodo escenario para las monjas carmelitas que se movían por el configurando bellos cuadros escénicos que captaron la atención de un público que no perdía detalle de este texto tan cargado de emoción y belleza. A pesar de la amplitud del recinto, el aforo fue importante.
Después de tantas representaciones por esos caminos, tantos casi como los que Teresa anduvo, el buen hacer de estos actores, y un texto que presenta al completo la figura de esta gran mujer en un pequeño transcurso de tiempo escénico, atrae la curiosidad de los que no la han visto. Esto ha sido patente en Segovia, pues a pesar de estar en plenas fiestas de san Frutos, tan populares y concurridas en la ciudad, no fue impedimento para que numeroso público esperara con ganas la llegada de la obra que nos ocupa.
También ha sido ésta una oportunidad excepcional para que los segovianos pudieran acceder a este recinto del seminario del que apenas disfrutan y que muchos no conocen. Templo jesuita, cargado de aplomo y elegancia, además de la grandiosidad en todos sus elementos de los que hace gala, es un soporte perfecto que envuelve cualquier evento que se equipare a sus características. Pero es que "Teresa, la jardinera de la luz", ha resultado ser una perla de una belleza excepcional y de valor incalculable, para semejante concha. Los actores magnificaron el texto en un intento de que sus voces llegaran a todos los rincones de la iglesia, pues dadas las dimensiones del templo, resultaba complicado que todos los espectadores mantuvieran la completa atención que el momento requería, pues en ningún momento se utiliza megafonía. En el siglo XVI no existía tal cosa.
Otro elemento maravilloso que vino a completar la puesta en escena fue el espectacular púlpito del que está provisto, desde el cual el duro enviado de la Inquisición encontró su plaza más adecuada desde la que lanzar a las monjas de Teresa sus terribles acusaciones. La altura era considerable y la situación no pedía menos. Así fue como, en una perfecta simbiosis, recinto y acción dramática se aliaron para que el espíritu de la madre tuviera su marco más adecuado. Teresa se deja descubrir a través de otros personajes, de las explicaciones que éstos dan de su vida y obra, donde se puede conocer algo de la fundación que la madre hizo en esta ciudad. Los poemas, palabras, documentos y gentes que la rodearon aparecen en una acción dramática que se mueve sólo a través de diálogos cargados de intención, emoción, sentido del humor e ironía. Y por supuesto un deseo firme de no faltar jamás a la verdad y luz de esta extraordinaria mujer.
Los jesuitas de su época que tanto la apreciaron y ayudaron como el mencionado padre Gracián, así como la pompa y riqueza de otros como el mismo rey Felipe II o la princesa de Éboli, que también formaron parte de su vida, encajan perfectamente en la riqueza y vistosidad de esta iglesia jesuita que envolvió con respeto a alguien que como Teresa de Jesús partió desde la más absoluta humildad para llegar a las cimas más altas de entre los hombres. El público de Segovia dio constancia de ello con los sonoros aplausos que cerraron una tarde llena de risas y lágrimas, y que una vez más demostraron la maravillosa oportunidad que es acercarse a la figura de esta carmelita a través de "Teresa, la jardinera de la luz".