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Elogio de la paz, ideal humano y cristiano
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Semana del desarme

Elogio de la paz, ideal humano y cristiano

Actualizado 21/10/2015
Juan Antonio Mateos Pérez

No hay ninguna guerra jus[Img #458319]ta, lo más humano sería luchar con todas nuestras fuerzas contra la barbarie del conflicto y la muerte. La guerra no resuelve ningún problema, si no queremos destruirnos, la paz deberá ser siempre nuestra meta y nuestro método para resolver los conflictos. Como ciudadanos y como cristianos, la guerra como modo de resolver los conflictos es incompatible con los derechos y también con las enseñanzas de Jesús.

Con esta pequeña introducción queremos recordar que el próximo 24 de octubre comienza la semana del desarme, con el objetivo de concienciar a todos los Estados y bloques políticos sobre la necesidad de eliminar las armas de destrucción masiva y el control de comercio de armas. Justamente para concienciar a los diferentes Estados, la semana comienza el propio sábado, fecha en que se celebra el aniversario de la fundación de las Naciones Unidas. El 2 de abril de 2013, la mayoría la Asamblea General de la ONU adoptó por una abrumadora mayoría el Tratado sobre el Comercio de Armas, mediante el que se regula la compra y venta de armas pequeñas y de otros tipos de equipamiento militar.

Pero a pesar del Tratado sobre el Comercio de Armas, el informe anual de Amnistía Internacional 2014 ? 215, afirma que ha sido un año demoledor para los que han quedado atrapados en las zonas de guerra. Citar alguna de ellas, guerra en Siria y en Irak, donde el Estado Islámico ha llevado a cabo secuestros, homicidios a modo de ejecuciones y una limpieza étnica a gran escala en el norte de Irak. En paralelo, las milicias chiíes de Irak han perpetrado decenas de secuestros y homicidios de civiles suníes con el apoyo tácito del gobierno iraquí. El ataque contra Gaza perpetrado en julio por las fuerzas israelíes se cobró la vida de 2.000 palestinos. En Nigeria, el conflicto del norte entre las fuerzas gubernamentales y el grupo armado Boko Haram, secuestró de 276 niñas en una escuela de la ciudad de Chibok. En la República Centroafricana, más de 5.000 personas murieron a causa de la violencia sectaria, pese a la presencia de las fuerzas internacionales.[Img #458321]

A estas guerras interminables, debemos de añadir que la amenaza de la guerra fría que no ha muerto del todo. En la prensa de este verano, aparece el anuncio de W. Putin de aumentar su arsenal nuclear con 40 nuevos misiles intercontinentales capaces de superar los sistemas de defensa antimisiles más sofisticados. Según la Federación de Científicos Americanos, Rusia posee unas 4.500 cabezas nucleares, por tu parte Estados Unidos, tiene unas 4.760 cabezas nucleares; 1.900 están desplegadas y 2.620, almacenadas. Es un panorama nada prometedor. Esa misma semana de verano se anunció en la prensa americana, que el pentágono quiere desplegar armas de destrucción en los países del Báltico y Europa del Este.

Aunque los datos suelen ser secretos, Amnistía Internacional comenta en sus informes que el valor registrado de las transferencias internacionales de armas convencionales se aproxima a los 120.000 millones anuales de dólares estadounidenses. Más de la mitad de los países miembros, a pesar de haber firmado el Tratado sobre Comercio de Armas, fabrican, suministran armamento y material militar. Los grandes fabricantes y comerciantes de armas serían, Estados Unidos de América, Rusia, China, Francia, Reino Unido, Alemania, Israel, Italia, Suecia, Sudáfrica, España, Bélgica y Ucrania. Podemos seguir con los datos, pero nos queremos parar para hacer una reflexión.

[Img #458318]La pregunta que nos hacemos ¿Cómo hemos podido llegar a estos niveles de destrucción? ¿Por qué los seres humanos somos capaces de tanta barbarie? Tal vez nuestra cultura está asentada sobre la voluntad de poder, de dominación, creando unas condiciones para la demencia colectiva, para el horror y la violencia, como estamos viendo cada día. Pero por otro lado, hay fuertes corrientes sociales que luchan por la paz, por el no a la guerra, por la hospitalidad de los seres humanos, por el lado más luminoso del ser humanos y esto nos permite no caer en la desesperación.

Toda guerra es perversa, viola el elemento básico de toda ética, no matar. La vida es un bien ontológico que forma parte de la condición humana y nos define como seres. Hoy no está justificada ninguna guerra ofensiva, no hay lugar para la guerra justa, esta ha servido en el pasado para legitimar todas las guerras, para discriminar a las naciones más débiles, ninguna guerra produce bien ninguno, hoy la capacidad destructivas de las armas hace imposible cumplir la condición de que las previsibles calamidades de la confrontación no sean tan graves como la injusticia que se intenta reparar.

El cristiano debe volver a los textos y reflejarse en la actuación de Jesús, que proclamó el amor a los enemigos, recomendó ofrecer la otra mejilla, llamó bienaventurados a los pacíficos y prohibió el uso de la espada incluso en caso de legítima defensa (Mt 26, 51 - 53). El Dios de Jesús es el mismo que aparece en el Antiguo Testamento, pero mejor conocido, la revelación divina va progresando a medida que evoluciona la conciencia moral del pueblo de Israel. Los primeros capítulos del Génesis ponen de manifiesto que la violencia no responde a la voluntad originaria de Dios, los profetas presentan a un Dios de la misericordia, del amor y de la paz. Desde aquí podemos entender que los primeros cristianos no sólo se negaron a participar en cualquier guerra, incluso a formar parte de ningún ejército. En una carta de San Agustín al final de su vida escribe: "Matad las guerras con la palabra y alcanzar y con seguir la paz con la paz y no con la guerra es mayor la gloria que matar a los hombres con la espada".

El papa Francisco, en su viaje a cuba, hizo referencia a la situación que se encuentra el mundo, recordaba que se necesita una reconciliación en una atmósfera de "Tercera Guerra Mundial por etapas", intentando despertar la conciencia de los líderes mundiales, de la cultura, religiosos, de los peligros de un conflicto de baja intensidad y sostenido sin la espectacularidad de las dos grandes guerras mundiales.

Pensamos que la paz es posible, primero aceptando esa dualidad del hombre de caos y cosmos, de amor y odio, de demencia y luminosidad, debemos subrayar el lado más amoroso y limitar el polo oscuro y tenebroso de nuestra esencia. Por otro lado, sería muy bueno seguir el camino abierto por los grandes líderes que han luchado por la paz, Gandhi, Albert Schweitzer, Juan XXIII, Dom Helder Cámara, Georges Pire, Albert Lutuli, Martin Luther King, René Cassin, Seán MacBride, Andrei Dmitrievich Sakharov, Amnistía Internacional, Adolfo Pérez Esquivel, Teresa de Calcuta, Desmond Tutu, Elie Wiesel, Dalái Lama, Rigoberta Menchú, Nelson Mandela, Malala Yousafzai, entre otros.

Pido la paz y la palabra.

Escribo

en defensa del reino

del hombre y su justicia. Pido

la paz

y la palabra. He dicho

"silencio",

"sombra", "vacío",

etc.

Digo

"del hombre y su justicia",

"océano pacífico",

lo que me dejan.

Pido

La paz y la palabra.

Blas de Otero, "Pido la paz y la palabra"

[Img #458317]

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