Jueves, 28 de marzo de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Niebla
X

Niebla

Actualizado 19/10/2015
Lorenzo M. Bujosa Vadell

[Img #458029]

Entra despacio, con algo de temor, sin saber muy bien adónde. Los muebles le parecen nuevos aunque tienen ya desvaídos los colores. La cortina algo deshilachada le resulta del todo desconocida y hasta la ventana le sorprende como si jamás la hubiera visto. Siente muy ajeno este hogar tan extraño.

Se le ha olvidado que a la entrada del salón, a la derecha, desde hace lustros está aposentado un enorme sofá de estilo indefinido, en el que pasó horas y horas, días y días, leyendo con calma las más variadas historias, narraciones, cuentos y poemas y hasta, de vez en cuando, algún que otro libro de ensayo sencillo. Cómo le gustaba leer.

¿Libros? ¿Qué hacen esos libros allí en esas estanterías raras? En casa de sus padres no había libros. Nunca les vio a ellos leer ninguno. Ni se acordaba de que hubiera esos grandes con enormes fotografías que deben haber costado un capital. A quién se le habrá ocurrido comprar estas cosas tan inútiles. Sí recuerda bien que mientras su madre cosía, sentada en la mesa camilla, un enorme aparato retransmitía cada día a su hora las historias absorbentes e interminables de Sautier Casaseca.

Aunque le gustaría irse a su casa, siente que las piernas le sostienen con dificultad, y necesita descansar. No entiende qué le pasa, pero el cuerpo le responde lentamente y tiene las manos arrugadas. Se sienta a disgusto en un sillón, delante de una chimenea apagada, y nota que ya hace fresco. En realidad, un escalofrío le ha recorrido el cuerpo al reconocer una figura de porcelana que trajo su padre de Toledo, en uno de sus frecuentes viajes de negocios.

Qué casualidad más grande. En mi casa también hay una figura brillante como esa: una chica joven en una pose presumida, con sombrero de ala corta y con una pálida falda larga. No sabe dónde está, pero nota que ese pequeño objeto familiar algo tranquiliza, que no está en terreno enemigo, aunque debería irse ya. Sus padres van a preocuparse.

Oye unos leves ruidos que vienen de la cocina y no es capaz de entender que su nuera está preparando la cena. No sabe ni quién está ahí, aunque es uno de los escasos momentos en que ella no está a su lado. Tal vez por eso le abruma la soledad. Su angustia aumenta y se le escapa una lágrima que resbala por el rostro hasta que se la seca con la manga en un movimiento pausado.

Se percata de que tampoco sus ojos son lo que eran. Cuando iba al campo con su abuelo conseguía adivinar las torcaces antes que nadie y en cuanto le dejaron usar la escopeta pudo demostrar su puntería. Era feliz por esas lomas con jaras y matorrales donde también se escondían los conejos y las liebres. Ahora casi se da cuenta de que una capa fina, como de polvo ya cubre su mirada, y que hasta la mente se le va ensombreciendo poco a poco, como si con el atardecer de otoño se estuviera levantando una espesa niebla.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.

Comentarios...