La plaza de toros Ducal, la plaza de toros del V Centenario

Puede que a los aficionados más clásicos, a los más puristas, no le gustase la puesta en escena de la corrida del V Centenario. Puede que no entiendan que festejos como los de ayer no volverán a acontecer hasta dentro de otros cien años si antes la fiesta de todas las fiestas, la Fiesta Nacional no se termina. Por eso hay que destacar, el profundo cambio que ha experimentado la plaza de toros desde que finalizasen las Fiestas de la Transverberación y que ayer se notó si cabe aún más. Ya habiamos hablado del nuevo albero, de la limpieza la cubierta, de las mejoras en asientos, burladeros y pinturas, ahora toca escribir sobra la 'Plaza del V Centenario', ahora es turno de sacarla el máximo partido que podamos durante el año.

La Plaza de Toros se engalanó para ser la Plaza de Toros del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa. Se puso guapa, al igual que durante el último año cuando se han organizado incontables actividades relacionadas con los 500 años de Teresa. Hemos visto pruebas deportivas, conciertos, ofrendas florales, una jura de bandera, conciertos de corales y un sinfín de acontecimientos relacionados con el V Centenario. Ayer le tocó a la Plaza de Toros Cubierta de Alba ser el centro de todas las miradas.

Ramos de flores, un capote con la figura de Santa Teresa en la presidencia, el logotipo del V Centenario en el centro del albero, la pluma de Santa Teresa en cada burladero, la plaza limpia sin una mota de polvo, faldones, telas y los toreros vestidos para la ocasión. Todo en su justa medida.

Un mosaico de alfarería albense recuerda los 18 festejos celebrados

El alfarero albense Tomás Pérez ha cumplido a la perfección con un encargo muy especial, el de realizar en cerámica un gran mosaico que a su vez incluyese cada uno de los festejos celebrados en la plaza desde el 12 de octubre de 2004. Tomás Pérez ha cumplido con creces en un tiempo record y su obra perdurará y marcará la historia en cerámica de la Plaza de Toros Ducal.

Fotografías: Manuel Martín Cruz