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Bogajo y Teresa cruzan sus caminos
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REPRESENTACIÓN DE 'TERESA, LA JARDINERA DE LA LUZ

Bogajo y Teresa cruzan sus caminos

Actualizado 18/10/2015
Redacción

El grupo de teatro de la ONCE, El Lazarillo de Tormes, volvió a encandilar al público con esta representación, obra del dramaturgo irlandés Denis Rafter

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Tarde otoñal y fría, de viento y agua, gris. Para acceder a este pequeño pueblo de la comarca histórica del Abadengo, próxima a la frontera con Portugal y en las inmediaciones de Vitigudino, hay que recorrer una carretera dificultosa. Pero tampoco ha sido fácil la historia de esta localidad. Desde sus comienzos en el siglo XII, cuando fue conquistada y repoblada por reyes leoneses, fue pasando de señor en señor y de comarca en comarca a lo largo de los siglos. Son gentes acostumbradas al cruce de caminos, por vivir entre fronteras regiones y ciudades que decidían sobre su futuro, mientras ellas dedicaban sus vidas al campo y al ganado. No se han visto libres con el paso del tiempo de guerras y confrontaciones, ideologías políticas y religiosas. Su Historia nos habla de nobles, guerreros, obispos, Templarios, Guerras entre españoles y franceses, y muchos lazos de comunicación rotos en sus caminos. Cuando a fines del XIX, la línea del ferrocarril comunica a Bogajo con localidades más pobladas, el progreso parece sonreírle, pero un siglo después esto también les es arrebatado.

Después de recorrer sucintamente su historia, el pueblo sigue hablando por sí mismo y sin palabras, de unos habitantes leales a todos los que por allí pasaron. Levanta un puente de piedra sobre su río, el Huebra, como signo de acogida para el forastero. Su plaza mayor tiene en su pavimento un enlosado que encastra un botón charro, símbolo de la tierra salmantina a la que por fin lo adscriben. Su propio nombre Bogajo, hace alusión a uno de los árboles autóctonos de la zona. Y su iglesia? su bonita iglesia nos vuelve a hablar de la naturaleza que le rodea, pues una antigua talla de madera de la Virgen del Peral, preside el altar.

Este es el marco que encuentra el grupo de teatro Lazarillo de Tormes de la ONCE, que llega a este pueblo para presentarles su muy conocida obra de teatro Teresa, la jardinera de la luz, que escrita y dirigida por Denis Rafter, no ha parado de recorrer un amplio espacio de nuestra geografía, para llevar a cada pueblo y ciudad, que así lo solicite, su montaje teatral sobre Teresa de Jesús, a lo largo de este año del V centenario de su nacimiento. Pueblos como Bogajo a pesar de su sencillez, y recóndita ubicación, siempre suponen una sorpresa encerrada en tantos siglos de historia y cruce de caminos de gentes y cambios de fronteras de reinos y países. Son lugares olvidados en el tiempo pero recordados y compartidos por sus gentes con todo aquél que de su existencia quiera saber.

[Img #457416]El altar mayor de la parroquia se convirtió en un escenario fácil que procuró a los actores de esta obra moverse con libertad por él para poder construir en toda su belleza los distintos cuadros escénicos que aunque carentes de mucha acción, sí son capaces de recrear ésta en la mente de los espectadores. Es realmente el público el que se mantiene completamente estático abstraído por todo lo que las hermanas carmelitas de Teresa de Jesús narran en escena para defender a la madre ante el Inquisidor que la ataca sin piedad, para acabar rendido a los pies de la luz de la verdad que ante él descubren estas monjas sobre su madre. La belleza de las paredes de piedra y ladrillos blancos de esta iglesia de Bogajo, hacen que la luz parezca mágica, y el propósito del mensaje de la puesta en escena llegue a este público, que como Teresa de Jesús tanto sabe de caminos recorridos, dificultades y gentes humildes y leales con su vida y su historia, que durante mucho tiempo han ido fundando paso a paso. Los poemas de amor de Teresa por Dios, y el emotivo final de la representación hicieron que tanta emoción contenida entre este austero público aflorara en lágrimas y risas que por igual son capaces de arrancar de los asistentes las distintas escenas de la obra.

La gris tarde del 17 de octubre en Bogado, se llenó de luz y calor con los aplausos de los habitantes de este pueblo que se vieron iluminados y reconocidos por esta jardinera de la luz tan llena de fuerza, vida y determinación duradera a lo largo de los caminos y fronteras de todos los tiempos.

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