Era del Aprendiz@je

Cuando acaba el período estival empieza un nuevo curso y todos nos vemos integrados mentalmente en este ambiente escolar y universitario que hace pensar y reflexionar sobre los nuevos retos tanto en el ámbito personal como profesional. También, en nuevos objetivos en relación con el ocio y el tiempo libre para desarrollar y fomentar habilidades manuales, para viajar, bailar o hacer deporte y realizarnos desde el punto de vista integral.

Estamos en el siglo del progreso, del desarrollo e innovación; pero lo que en realidad conllevan las nuevas tecnologías de la comunicación e información, las denominadas TICs, como internet y las redes sociales es el acceso a una ingente cantidad de información dado que las fuentes del conocimiento están abiertas y accesibles, característica esencial del momento que estamos viviendo y compartiendo, la globalización y la universalidad de la información. Ahora es más muy difícil estar aislado y no integrado, salvo que esa sea la situación que se persiga de manera voluntaria.

Actualmente se dice que estamos en la era del conocimiento dado que éste por las TICs está al alcance de la mayoría de personas que pueden acceder a internet. Según datos del Instituto Nacional de Estadística en nuestro país los hogares con conexión a internet son el 74% y los españoles que lo utilizan de manera habitual, el 71%. Esto quiere decir que la exposición a información y posibles conocimientos es alta lo que puede conllevar a unos efectos muy positivos sobre el aprendizaje de los ciudadanos siempre y cuando seamos conscientes de que no todo lo que se cuelga en una página web es cierto y riguroso y que existen intereses entre lo adecuado y beneficioso para los individuos y el ánimo de lucro. Es decir, en internet se detectan aunque con dificultad los conflictos de interés, los sesgos y la escasa ética profesional. Por esto, los padres deben de ser conscientes y deben estar atentos para prevenir los posibles riesgos y efectos adversos de la utilización excesiva de internet y las redes sociales.

En mi opinión más que en la era del conocimiento estamos en la era del aprendizaje porque acceder a las fuentes es fácil; pero procesar, analizar e integrar la información conlleva un proceso de reflexión y esfuerzo mental que nos hace comprender y valorar si la información es una nueva aportación rigurosa o es una imbecilidad más de las que abundan en internet y se convierten en fenómenos virales. Este acceso a las TICs en lo niños debe ser guiado y tutelado para que su aprendizaje sea secuencial y progresivo en base a su edad mental y madurez personal. Es decir, el aprendizaje debe ser con asesoramiento de los padres y/o de los docentes. Una vez que se adquiere la capacidad de procesar y distinguir la información veraz y rigurosa de las informaciones sesgadas y de las falacias ya puede navegar de manera autónoma. Se trata de planificar el aprendizaje complementado con las nuevas herramientas que aunque valiosas pueden convertirse en nocivas dado que las TICs, en especial Internet, se han convertido en un instrumento fundamental para la transmisión de información y conocimiento en todos los ámbitos. En el ámbito de la Salud, según el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI) el 40% de los ciudadanos de la Unión Europea (UE) utilizaron Internet para conseguir información sobre la Salud. En España, este indicador se sitúa en el valor medio de la UE.

En resumen, las TICs constituyen una herramienta laboral y de ocio que nos aportan una gran accesibilidad a la información universal y que pueden constituir un complemento positivo y significativo para el aprendizaje. Pero hay que ser conscientes de que son un medio y no un fin y que estamos en la era del aprendizaje activo y éste tiene que ser saludable para evitar sus riesgos y efectos perjudiciales.

Por último, una reflexión sobre el momento que viviremos mañana domingo en Cataluña (España). Uno, que durante treinta años ha existido una instrumentalización de la Educación y se ha sesgado el aprendizaje y la Historia. Dos, que la identidad catalana no existe, se trata de una falacia, como la mayoría de las memeces que dicen los secesionistas. Tres, que la sensatez, la razón y las evidencias demuestran que la independencia no es una realidad. No existe ni a nivel individual ni a nivel comunitario, porque Todos somos dependientes, nos necesitamos y estando todos juntos se favorece el aprendizaje saludable del Compromiso Social para evitar guerras, injusticias y desigualdades y mejorar el Bienestar y la Calidad de Vida de los ciudadanos.

JAMCA