El número de desempleados de larga duración se ha quintuplicado en la comunidad desde finales de 2008
Algo más de cuatro de cada diez desempleados en Castilla y León son parados de muy larga duración. Llevan ya más de dos años buscando un empleo, sin ningún éxito. Además, otros dos de cada diez parados acumulan más de un año sin trabajo. La comunidad cerró el segundo trimestre de este año, último con datos oficiales, con 213.100 personas en desempleo, según la Encuesta de Población Activa (EPA) que trimestralmente publica el Instituto Nacional de Estadística (INE). De ellos, 90.300 se encuentran en el paro desde hace más de dos años, lo que implica que ya han agotado las prestaciones por desempleo. Otros 40.900 ya llevan sin trabajo entre uno y dos años, y el resto, 70.900, están en situación de desempleo desde hace menos de doce meses.
Aunque Castilla y León ha creado 33.500 empleos netos durante los últimos doce meses, la reducción del número de parados de muy larga duración se limitó a 14.500 personas en este periodo, menos de la mitad del descenso general del desempleo en la comunidad. Este es el problema más grave al que tendrán que enfrentarse tanto el próximo Gobierno, como el nuevo equipo al frente de la Junta de Castilla y León.
En el conjunto de España, el 61,9% de los desempleados son parados de larga duración (más de un año sin trabajo) y, de ellos, el 71% son de muy larga duración (más de dos años). Aunque el año pasado se crearon en España 433.000 empleos y para este año se esperan 600.000 nuevos puestos de trabajo, no hubo apenas alivio para los parados de larga duración, que suman más de 3,3 millones de personas.
La cifra de parados en Castilla y León casi se han duplicado desde el inicio de la crisis económica hasta los 213.100 desempleados, frente a los 110.700 contabilizados en el segundo trimestre de 2008. Sin embargo, los desempleados de larga duración se han multiplicado por cinco en la comunidad en este mismo periodo. Apenas 24.700 desempleados llevaban más de un año en busca de trabajo en aquella fecha frente a los 131.200 parados registrados actualmente. La cifra de hombres parados ha aumentado en mayor proporción, hasta los 58.000, aunque existe un mayor número de mujeres inscritas en las oficinas de empleo del Ecyl, 73.200.
Escasa cualificación
«El problema es que el paro ya es crónico», explica el secretario de estudios y asesoramiento jurídico y sindical de Comisiones Obreras de Castilla y León, Carlos Castedo. «Aquellos que tienen un bajo nivel de formación no consiguen reincorporarse, y si son mayores, la situación empeora», explica el líder sindical.
El número de parados castellanos y leoneses de más de 45 años se ha triplicado desde el segundo trimestre de 2008, año en el que se registraron 23.100 parados en la comunidad que tenían más de esa edad.
«Aquellos que rondan la cincuentena son personas que se incorporaron al mercado laboral ante un trabajo que exigía poca cualificación. Ahora, con familiares a su cargo, no encuentra trabajo, y sus hijos, que se han formado, siguen viviendo en casa porque tampoco encuentran trabajo», concluye Castedo.
Un estudio de Sara de la Rica, catedrática de la Universidad del País Vasco e investigadora de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), concluye que los menores de 25 años que son parados de larga duración, generalmente abandonaron sus estudios durante el 'boom' por la abundancia de empleos poco cualificados relacionados con la construcción y se encuentran ahora con enormes dificultades para encontrar un empleo. No les queda otra solución que volver a la formación, ya sea reglada o en un sistema dual, para poder obtener la capacitación que requiere el mercado laboral.
Mayores de 45 años
La mayoría del colectivo de parados tiene más de 45 años. En Castilla y León, hay en la actualidad 75.600 desempleados mayores de esa edad, aunque supone 7.400 personas menos que en el primer trimestre. Sumaron el 35,5% del total en el segundo trimestre de 2015, cifra que se mantuvo en Castilla y León el pasado trimestre, pero que aumentó un punto respecto a 2014.
Los mayores de 45 años son los que más fueron contratados en la comunidad en el último año, pese a que habían perdido un empleo en el que llevaban muchos años en un sector que ya no genera oportunidades. Ellos, junto a los mayores de 35 años, son los únicos beneficiarios de la generación de empleo en el último año en Castilla y León. La destrucción de empleo ha continuado para los menores de 34 años, con 8.600 puestos de trabajos menos en la región.