LA ALBERCA | Los vecinos participan en la recreación del nombramiento de 1940 y en los diferentes actos programados con éxito para conmemorar la efeméride (GALERÍA DE FOTOS)
La Alberca ha vivido este sábado una jornada especial y emotiva con la conmemoración del 75 aniversario de la declaración de la villa serrana como Monumento Histórico Artístico Nacional. Para celebrar por todo lo alto esta efeméride, las calles de la localidad han regresado al siglo pasado con una brillante recreación del nombramiento ambientada en el año 1940 en la que se han participado los miembros de Cateja Teatro y un gran número de vecinos.
Las actividades, que fueron aplazadas el primer fin de semana de septiembre por el trágico fallecimiento de un vecino de La Alberca, se han retomado hoy con la citada recreación en los aledaños de la calle Puente, un acto en el que se han podido exhibir los trajes típicos de la villa de aquella época. Ha sido un regreso al pasado en el que no ha faltado ningún detalle y que ha sido seguido por numeroso público.
Durante la recreación, las mujeres han querido lucir otros trajes típicos como el de manteo (con falda negra y motivos de joyas charras), mientras que los hombres han vestido el traje típico serrano. También los niños han aprovechado la ocasión para mostrar la vestimenta albercana.
Las actividades programadas continuaron por la tarde con juegos tradicionales, en los que han participado vecinos de distintas edades con el fin de mostrar a los más jóvenes cómo se jugaba hace 75 años, y el acto institucional en la Plaza Mayor con el descubrimiento de una placa conmemorativa de la declaración como primer Monumento Histórico Artístico de España, con especial protagonismo de los vecinos nacidos en 1940.
En el acto, sencillo y breve, intervinieron el diputado de Turismo Francisco Javier García y el alcalde de la localidad Miguel Ángel Luengo. José Criado, albercano de adopción recitó un poema para expresar sus sentimientos de gratitud hacia el municipio que le acogió hace 30 años. La jornada concluyó con la representación nocturna del auto sacramental de La Loa.
Reportaje gráfico: ROSA GÓMEZ