Los ojos que miraron detrás de la Kodak y la Polaroid

El paso de los años hace que nos volvamos vintage, ?nuevo término para dulcificar que nos hacemos viejos ? los años, no afectan a todos por igual, lo mismo ocurre con los objetos como las cámaras de fotográficas expuestas en el Museo del Comercio y la Industria de Morille.

Estas forman parte de los fondos del Archivo Fotográfico y Documental de Béjar, archivo dedicado a la conservación de objetos y documentos vinculados a la ciudad de Béjar, incluso publicaciones efémeras, es decir, que se crearon para un determinado fin y tiempo, pero que han perdurado llegando a nuestros días, además de artilugios relacionados con la imagen y la fotografía, como linternas mágicas, proyectores de cine infantil, estereoscopios y cámaras fotográficas.

La muestra que podemos ver en Morille se compone en su esencia de cámaras de la época en que paseo las calles de Salamanca el empresario Jaime San Román (1911-1997). Centrándose en dos emblemáticas marcas americanas como son Kodak y Polaroid, aunque sus vitrinas contienen además otras marcas de gran prestigio como las Voigtländer, marca que jugó un relevante papel en el mundo de la imagen del siglo XIX. Fundada por Johann Christoph Voigtländer en Viena en 1756 aunque trasladaría su sede a Alemania. Esta compañía dedicada a producir artilugios de medición y lentes de ópera, comienza en 1839 a fabricar objetivos fotográficos y en un año elaboraban cámaras completas. Fue la primera empresa en elaborar sus objetivos con cálculos matemáticos precisos ya que antes se hacían a ojo.

Eastman Kodak Company (popularmente conocida como Kodak) tiene su antecedente en la Eastman Dry Plate Company fundada por el inventor George Eastman en 1888 y el hombre de negocios Henry Strong en 1889, actualmente es una compañía multinacional dedicada al diseño, producción y comercialización de equipamiento fotográfico.

La introducción en el mercado del carrete de papel mayor en 1888 fue la mayor aportación y éxito comercial de Kodak, provocando la sustitución de las placas de cristal. La Kodak 100 Vista, fue también un gran paso empleando carretes de 100 fotos circulares. "Usted aprieta el botón, nosotros hacemos el resto" fue una de las frases utilizadas en sus campañas.

Posteriormente, lanzó el carrete de celuloide que terminó por emplear una protección que permitía su extracción y colocación bajo la luz.

Modelos como las Brownie o las Instamatic, podremos ver, incluso identificaremos, aquel modelo que fue el regalo de la primera comunión.

La otra gran marca que podemos ver es Polaroid. Nacida en 1937 de la mano del Dr. Edwin Land, esta empresa fue pionera en producir lentes polarizadas. "Polaroid" significa "celuloide polarizante" en honor a uno de los inventos del fundador de la compañía, quien en 1929 creó el primer filtro polarizador. Este hallazgo es la base de todas las gafas polarizadas, las cuales Edwin vendió por primera vez en 1935 (dos años antes de fundar Polaroid).

No es hasta 1947 cuando concibió la primera cámara fotográfica instantánea, que era capaz de revelar y positivar la imagen en tan solo 60 segundos, hecho que asombró al mundo y fue el buque insignia de la empresa hasta la aparición de la fotografía digital.

Edwin es la segunda persona con más patentes de la historia ?después de Thomas A. Edison?, fue admirado por el fundador de Apple, Steve Jobs, quien vio en Edwin su inspiración, y quizá sin Polaroid hoy no existiría Apple: de hecho, el logo de la manzana se inspira en Polaroid. Instagram también debe la inspiración del logo a Polaroid.

¿Cómo funciona la película instantánea Polaroid?, partiendo de la base de que una fotografía tradicional en cualquiera de sus formatos; 35mm o 120mm, en primer lugar entraña revelar la película, (negativo) utilizando productos químicos, pudiendo emplear en el revelado entre 15 o 20 minutos más el tiempo que se emplearía en la impresión de las fotos. Cada fotografía Polaroid es un laboratorio fotográfico; cuando se dispara la cámara y abre el obturador, la película, que es sensible a la luz, captura la imagen, ?hasta aquí todo normal?, a continuación comienza el milagro Polaroid; el papel fotográfico se expulsa de la cámara pasando por dos rodillos que estrujan el producto químico albergado en la parte más ancha del marco de la foto, lo distribuye en la película y? ¡voila! se obtiene así un revelado instantáneo. Aunque en 2008 se suspendió la fabricación de película Polaroid en la actualidad se pueden adquirir al fabricante The Imposible Project.

En 2008 lanza al mercado la Polaroid PoGo, abreviatura de Polaroid-on-the-go, la impresora fotográfica de bolsillo sin tinta, basada en la tecnología Zink. El papel que emplea es de un material compacto que aloja en su interior cristales con tintes amarillo, magenta y cian, que se activan con 200 millones de impulsos térmicos en 30 s, de una sola pasada. Sin necesidad de cables, la tecnología PictBridge revela fotografías enviadas desde teléfonos móviles y cámaras digitales.

Actualmente las Polaroid están en boga, aunque los más enraizados, excluyen los modelos PoGo de Polaroid de esta tendencia fotográfica, ya que "no revelan", considerándolas cámaras que alojan mini-impresoras en su interior.

En definitiva en la exposición que alberga el Museo podemos disfrutar de cierta cantidad de cámaras fotográficas de diferentes tipos; cajón, fuelle, detective, de baquelita, incluso la cámara de fuelle más pequeña del mundo. Una muestra que se renueva cada cierto tiempo con el fin de sorprender al visitante que vuelve a atravesar las puertas del Museo.

Antonio Sánchez Sánchez

(Artículo proporcionado por Jorge San Román)