Jueves, 18 de abril de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Justicia y solidaridad para todos y siempre
X
LA MOSCA COJONERA

Justicia y solidaridad para todos y siempre

Actualizado 15/09/2015
Luis Gutiérrez Barrio

No estoy seguro de que sepa explicarme lo suficientemente bien, al tratar un tema tan delicado como es el de la acogida a los miles de personas que vienen huyendo de sus países, sumidos en terribles guerras, hambrunas, terrorismos? y un sinfín de miserias que les obligan a huir y dejar su propia tierra en busca de otra extrajera en la que esperan encontrar un pedazo de pan que llevarse a la boca, y lo que es más importante, a las bocas de sus hijos, y un techo bajo el que poder descansar con cierta paz.

[Img #428990]Es cierto, y esto no se le escapa a nadie, que los países que vivimos en la opulencia, que nos sobra de todo, que tenemos que inventar (mejor dicho nos inventan) en qué malgastar nuestro dinero y que tiramos comida como para que se alimenten todos ellos, tenemos la obligación de ayudarles, de acogerles, de proporcionarles cuanto necesiten. Pero si todo esto es cierto, no es menos cierto que nuestros recursos, aun siendo muchos, son limitados. Por lo que llegará el día en que tendremos que cerrar nuestras fronteras ¿Qué pasará entonces con los miles de personas que seguirán viniendo? ¿Les cerramos las fronteras y les dejamos que se mueran de hambre y frío en nuestras puertas? Algunos dirán que hay que abrirlas de par en par y compartir hasta el último mendrugo de pan. Muy bien ¿y luego?

Supongo que nuestros gobernantes, o instituciones de acogida, habrán pensado en el futuro de esas personas, porque no creo que se les acoja, para abandonarles a su suerte. Se está hablando de proporcionarles casa e incluso trabajo, así como los medios necesarios para que aprendan el idioma correspondiente y de esa manera se integren de pleno a la sociedad en la que les toque vivir.

Todo eso está muy bien, es muy humanitario y se hace difícil argumentar en contra, es más, quien lo haga ha de saber que le lloverán críticas por todas partes. Pero, qué opinarán aquellos a los que ninguna mella les pueden hacer esos comentarios, es decir a los que nacidos en nuestra tierra, llevan años clamando justicia, pidiendo un trabajo y una vivienda digna. Qué pensarán esos pobres hombres y mujeres, con hijos a los que no pueden alimentar, vestir, educar?, y que para llevar un trozo de pan a casa, tienen que postrarse en nuestras calles, implorando una ayuda ante los indolentes paseantes.

¿Cómo es posible que nuestra sensibilidad se haya abierto ahora de par en par, cuando la hemos tenido cerrada durante tantos años a nuestros propios vecinos?

Que quede bien claro, que en Salamanca hay personas que están haciendo una gran labor social desde siempre, entregando buena parte de su vida para ayudar al prójimo.

Es cierto que las imágenes que hemos visto estos días en telediarios y prensa, y por desgracia seguiremos viendo durante mucho tiempo, son desgarradoras. Es cierto que no podemos quedarnos con los brazos cruzados y mirar para otro lado, pero hay que tener cuidado, no vayamos a desplazarnos a miles de kilómetros para ofrecer nuestra ayuda, cuando podemos hacerlo y teníamos que haberlo hecho mucho antes, con el vecino que pasa las frías noches del duro invierno salmantino en el cajero automático de la esquina, metido en una caja de cartón. A ese no le tendemos nuestra mano, ni le dedicamos una mirada cariñosa, una sonrisa, una ayuda?, más bien todo lo contrario. Pero ese no sale en los telediarios.

Tal vez, si hacinamos a todos nuestros pobres en un tren, los mandamos a cualquiera de nuestras fronteras y los medios de comunicación le dieran la cobertura necesaria, la solidaridad de muchos iría detrás de ellos, se manifestarían contundentemente e incluso es posible que ofrecieran su casa para acoger al pobre que duerme en el cajero automático.

Ya decía que el tema es muy delicado, estamos hablando de personas y tan personas son las que tenemos en nuestras calles como las que vienen de esos países azotados por la guerra. Por lo tanto, todos merecen nuestra solidaridad, nuestra justicia, pues es de justicia atender a todos los necesitados, a todos y en todo tiempo, no sólo ahora, cuando la prensa y los telediarios, nos meten esas impactantes imágenes en casa.

En nuestra ciudad, por no ir más lejos, hay muchos necesitados que si hubieran recibido, desde el primer momento la generosidad que ahora se desborda, no habrían pasado las calamidades que han pasado y que por desgracia seguirán pasando. Para algunas personas esta solidaridad puntual, es una moda a la que hay que apuntarse porque queda bien, y cuanto más lejos vayamos a alardear de nuestra generosidad, mejor. Pero ya me contarán ustedes, dónde estarán todos estos, cuando otras noticias, otras guerras, desvíen hacia otros puntos la atención de los medios de comunicación.

Aunque dejen de salir en los medios; el hambre, la guerra, la sed, la injusticia?, seguirán con su terrible galopar.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.

Comentarios...