Hace una semana por motivos estrictamente laborales desayuné en la cafetería de un famoso centro comercial de Valladolid. Creo que todos los trabajadores sociales tenemos una capacidad de observación superior al resto de personas y si ya lo juntamos con el emprendimiento tu cerebro y creatividad esta en continuo movimiento.
Pues bien, revolviendo mi café y tras llevar varios segundos observando una mesa que tenía a mi derecha caí en la cuenta de lo que mi cerebro estaba haciendo y en los pensamientos que tendría luego.
Os cuento la situación; tres mamás de mediana edad, clase media alta disfrutando de un rico desayuno y en la mesa de al lado sus hijas, unas niñas de unos siete años de edad. Hasta aquí todo medianamente normal, ¿verdad?...bueno, lo que me hizo reflexionar es la situación de ver a las tres niñas no interactuar entre ellas, no hablaban, no se miraban, no se reían?estaban completamente pegadas y concentradas en sus tablets, para más incredulidad a mi cerebro alargue la vista y en el centro de la cafetería estaba el parque más deseado por cualquier niño/a de los años 90, mi generación. Toboganes, colchonetas, cocinitas, juegos mentales de madera, casitas, coches, motos y un montón de "cachivaches" más estaban solos, sin ningún pequeño jugando, cayéndose, riendo o llorando.
Muchos diréis que soy una exagerada y que tenía el día sensible, pero no?os prometo soy una profesional que defiende a capa y espada las nuevas tecnologías y sus usos educativos, lúdicos, sociales y psicológicos, pero también creo que la experimentación y las relaciones sociales han de ser sanas. Estas relaciones pueden ser a través de aparatos tecnológicos, siempre cuando haya interacción, compartimiento activo, es igual que sea por mensajes de voz, llamadas o videollamadas, pero que haya una comunicación, un juego, un disfrute al compartir una acción.
No voy a entrar a realizar una análisis psicosocial de los problemas a corto-medio plazo que van a tener esas personitas, pero si os lanzo a todos/as vosotros/as la reflexión de cómo estamos haciendo las cosas y que ellos aprendan y disfruten de su infancia, que aprendan para vivir en la sociedad que les va a tocar, y con los valores que nosotros les queremos transmitir es responsabilidad de todos y todas nosotras.
Este es mi semanal beso para tod@s vosotros/as. Edukas Psicosocial.
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