Pyfano invita a iluminar de dorado las fachadas de los edificios el día 18 dentro del Mes Internacional de sensibilización del Cáncer Infantil
Enciende la esperanza, enciéndolo en oro es el lema de la campaña del Mes de sensibilización internacional del Cáncer Infantil (del 1 al 30 de septiembre), iniciativa solidaria a la que se suma Pyfano, Asociación de Padres Famliares y Amigos de Niños Oncológicos de Castilla y León, fundada en 2013 con el objetivo de mejorar la calidad de los niños con cáncer y de sus familias. Pyfano realiza un llamamiento a las instituciones para participar, dentro de la campaña de sensibilización, en el acto clave que tendrá lugar el próximo día 18 de septiembre para una iluminación dorada conjunta.
Pyfano realiza esta campaña de forma conjunta con su Federación y otras instituciones, con el reto de iluminar de color dorado edificios, instituciones y monumentos de todo el país. El lazo dorado y la luz dorada son el símbolo que representa a los pacientes de cáncer más jóvenes en todo el mundo y honra su valentía en la lucha contra el cáncer infantil y adolescente.
En el caso de los edificios que no dispongan de un sistema de iluminación exterior, la alternativa será colocar una cinta dorada en la fachada principal.
Pyfano recuerda que cada 3 minutos un niño es diagnosticado con cáncer en algún lugar del mundo. Se estima que unos 250.000 niños y adolescentes son diagnosticados con una de las 16 formas de cáncer infantil, que son diferentes en los cánceres de adultos. La ausencia de registros de cáncer infantil en la mayoría de países de todo el mundo ha llevado a los investigadores a la conclusión de que este número está muy subestimado. Varios tipos de cáncer infantil son ahora curables; sin embargo, en los países en desarrollo tan solo 2 de cada 10 niños/adolescentes sobreviven debido a la falta de acceso a medicamentos y tratamientos esenciales. Aunque en los países desarrollados 8 de cada 10 niños/adolescentes habrá sobreivido a su cáncer después de 5 años o más, las investigaciones demuestran que dos tercios experimentarán los efectos secundarios de su tratamiento, y una cuarta parte tendrán que hacer frente a consecuencias que ponen en riesgo su salud y su vida debido a su tratamiento contra el cáncer infantil.