Currar de cabestro

Somos cuatro, mis hermanos son grandotes, grandotes, como yo. Y nada, aquí andamos en este corralón grande echándonos una siesta. Esperando a ver qué pasa esta tarde en el ruedo. Aquí, en Salamanca, no suele haber mucho curro, pero nuestros colegas de Las Ventas cada dos por tres ¡pa fuera!. Claro que esos tienen sobresueldos. Es más trabajo, no cabe duda y, además, allí los jefes son más generosos. Aquí el curro es sólo en el verano y breve, muy breve. Una semana y muchas veces ni nos estrenamos. Ayer, por cierto, ocurrió algo curioso. Resulta que nos arrean para salir a la plaza a buscar un toro y cuando vamos por el túnel el torito que se nos viene encima. ¡Pero coño, no se puede esperar a que salgamos!. El cornudo este es un cagaprisas, está visto. Se metió él solito?y nosotros ahora ¿cómo justificamos el sueldo, a ver cómo??

Foto: Adrián Martín