Poco público para ver desencajonar las corridas de Garcigrande, Montalvo y El Puerto, además de la novillada de José Cruz (GÁLERÍA DE FOTOS)
Verán: cuando quien esto escribe estaba en edad infantil -("¡Dios mío hace tanto"!)-, entre otras cosas, lo mejor era que me llevaban al desenjaule. Plaza llena, los saludos, los pronósticos, el vocerío de los vendedores ¡"Gaseosas"! ¡"Cacahuetes"! ¡"Caramelos"! ¡"Almendras garrapiñadas"! etcétera. Luego la tensión de ver salir los toros, en veloz carrera, arremetiendo contra cabestros y barreras, era todo un frenesí, tan agitador y emocionante, que el contarlo después a los demás 'chavales' era una gozada?Y hoy, un año más presente en la plaza, permítanme que haya tenido de nuevo la necesidad de volver a recordar aquellas primeras aventuras taurinas...
El desenjaule o desencajonamiento de parte de las reses que se van a lidiar en la Feria ha sido siempre el primer festejo con el cual se abría la cortina, que daba paso a espectáculos mayores en la plaza de toros de La Glorieta. Y se caracterizó siempre por ser festejo muy popular y bien acogido; sobre todo por las gentes de la provincia, y también por los barrios de la ciudad, dándose un día de descanso después de tanta labor campesina. Por ello, la plaza generalmente era, (hoy menos) un hervidero de gentes que venían a presenciar dicho evento con el fin de elegir entre las corridas que saltaban a la arena las de mejores hechuras, las que se mostraban más codiciosas, más igualadas, en definitiva, era una muestra del sugestivo empaque o trapío de las reses para aquellos que pasarían por taquilla.
Tampoco era antaño, ni tampoco hoy, cuestión baladí esperar al término del festejo el sorteo de abonos y la famosa carterita de piel, que albergaba en su interior unos miles de pesetas y que los parroquianos suspiraban con tener suerte para tener un buen pasar por la Feria con la familia o bien dedicar el dinero a otros menesteres más acuciantes y necesarios en aquellos tiempos, no diré que ni mejores ni peores, sencillamente son otros. Hoy hemos visto que algunas de las cosas siguen ocurriendo tan igual como entonces: siguen desencajonando los toros, la cartera alberga euros, pero, lamentablemente, la plaza no se llena y el resto de emociones se han ido diluyendo con el paso del tiempo.
Pero el desenjaule sigue en su apertura de Feria, aderezado años atrás con tres novilleros de la Escuela y este año con un espectáculo ecuestr. Hoy nos han presentado las corridas de Garcigrande, una corrida pareja, con toros reunidos y cómoda de cabeza, y de equilibrada romana, que fue aplaudida por los asistentes que en, escasa media plaza, se dieron cita para presenciar el evento. Luego fueron desencajonados cinco toros de Montalvo, toros con cuajo, con buen peso y más descarada de pitones, pero sin exceso. De ésta pasamos a la corrida de El Puerto de San Lorenzo, encierro muy desigual en todos los órdenes; de entre ellos se salvaron dos más en el tipo, no gustó nada y fue pitada al retirarse del ruedo.
Y finalizamos con la novillada de José Cruz, desigual de presentación, con poco cuajo y caras 'lavaditas', para unos novilleros que se asoman a las puertas de la alternativa, que, sin embargo, fue del gusto de los parroquianos. Pero en esto ya saben, no serán todos los que se lidien y algunos astados serán cambiados, suponemos que para mejor? Aunque ya veremos.
Fermín González.- comentarista Salamancartvaldia
Fotografías: Adrián Martín