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KLezmer
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KLezmer

Actualizado 05/09/2015
José Ramón Serrano Piedecasas

No se si alguno de Vds. conocen la música Klezmer. Merece la pena. Como el tango, el jazz, el flamenco, la música klezmer se toca de oído, sin partituras. Se improvisa. Solo improvisan los que están obligados a hacerlo. Es decir, aquellos que no han tenido ocasión de estudiar cuatro años de solfeo y otros seis o siete el instrumento musical en cuestión. Es decir, aquellos que tocan en un boliche porteño, en un tugurio parisino o neoyorquino por la bebida y poco más, quizás, ya hace años, también en Sacromonte, incluso de pueblo en pueblo animando una verbena, un casamiento o un funeral como se estila en Rumania (en mi opinión con enorme acierto).

[Img #413716]No estudiaron porque no tenían parné. En suma se trata de una música, al decir actual, populista, a dios gracias. Y, a dios gracias, desmesurada y creativa y genuina y emocionante. Música, todas ellas, sinestésicas. El violín habla, la guitarra habla, el saxofón habla, habla la batería y la trompeta y el acordeón. No relatan, hablan. Hablan de emociones, de las esencias del ser humano, tan solo. Luego llegaron los Piazzollas y esas músicas fueron canonizadas, desvirtuadas y convertidas en parques temáticos. Suele suceder. A esta última generación no me refiero. Me refiero a las primeras, incluso a alguna actual rebelde no contaminada. Pues bien, la música Klezmer se fraguó en los caminos, de pueblo en pueblo, de shtelt en shtelt hace cinco o seis siglos. Música asquenazí, interpretada mediante un violín, clarinete y acordeón yiddish. Una melodía estratificada, geológica. Algo hebrea, algo gypsi, también rusa, turca, griega, rumana, búlgara, alemana?. Anónima. Música de la diáspora, vagabunda, propia de un viaje colectivo nunca concluido a la Ítaca celeste y, a pesar de ello, festiva. Los klezmorin componían música freilekh. Sí, casi siempre alegre y pocas veces melancólica. Quizás, en este último caso, con ocasión de haber sufrido su gente algún cruel pogromo. Ya se sabe los juden son una raza maldita?

Después de la gran matanza quedaron diez o doce titiriteros en Europa Oriental y, a pesar de tantos esfuerzos homicidas la música Klezmer sigue y sigue en Ámsterdam, Berlín, Paris, Londres y New York. Aquí no.

En nuestra España sólo entra lo "cañí" y no todo. Hace unos días escuché a un grupo alemán, Yxalag, interpretando una pieza klezmer muy popular: "Odessa Bulgar". Jóvenes alemanes volviendo sus espaldas a un penoso pasado. Inasumible. Escúchenles en Youtube. Escuchen el clarinete de Jakob Larner?Y si quieren algo más haganlo de la mano de Leo Fuld o de Karsten Troyke o del fabuloso violinista Itzhaz Perlman. En fin, que viva la gente de a pie.

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