BÉJAR | Los Amigos de la Plaza de Toros presentarán, el día 29 de agosto, la nueva imagen de la Virgen y estará expuesta al público en el Ábside de San Gil del 28 de agosto al 5 de septiembre
Las concejalas, Purificación Pozo e Inmaculada Martín, acompañadas de José Álvarez-Monteserín y Felipe García, miembros de la Asociación de Amigos de la Plaza de Toros, han presentado los actos que tendrán lugar para la bendición de la nueva imagen de la Virgen del Castañar tallada por Fernando Montosa. Estos actos tendrán lugar el próximo 29 de agosto a las 19.30 hrs. y estarán amenizados por un concierto a cargo de la Banda Municipal de Música y de 28 Quartet Band.
El propósito, de la realización de esta imagen, es recuperar la antigua tradición de que la Virgen presida los festejos taurinos del día 8 de septiembre, para que los toreros, al hacer el paseíllo, primero saluden a la Patrona de Béjar, antes de hacerlo con la presidencia de la corrida.
Según informaban los miembros de la asociación de Amigos de la Plaza de Toros, esta tradición se recuperó en el tercer centenario del coso taurino, pero se hizo con una imagen de barro de la artista Regina Rodríguez, sin embargo, debido a su fragilidad, se pidió a Fernando Montosa que tallara una en madera. Ésta lucirá un manto de terciopelo granate oscuro bordado en oro y será donada al Obispado de Plasencia y custodiada por los Padres Teatinos.
Esta presentación irá acompañada de la exposición Hoy desde Ayer, compuesta por dibujos y tallas en madera, de Fernando Montosa, que podrá visitarse en el Ábside de San Gil y en la que se expondrá también la imagen de la Virgen. Estará abierta al público desde el 28 de agosto hasta el 5 de septiembre en horario de mañana de 12 a 14 hrs (excepto domingos y el día 28) y en horario de tarde de 19 a 21 hrs. (excepto sábados y domingos)
Fernando Montosa, nació en Vélez-Málaga en el año 1.943. Su infancia la vivió en el pueblo que le vio nacer y vino a vivir a Béjar cuando tenía doce años, por imperativos profesionales de sus progenitores. Simultaneó, trabajó en el negocio familiar y estudios, en la entonces llamada Escuela de Maestría Industrial, alcanzando la titulación de Delineante Proyectista, profesión que después le llevó a vivir a Leganés, Madrid, ejerciendo como tal en una industria madrileña.
Montosa, al igual que la mayoría de jóvenes de la época, trabajó y estudio en lo que pudo y no en lo que él hubiera gustado, porque por aquellos años, la escasez de medios condicionaba enormemente las posibilidades. A los sesenta años, se vio obligado a abandonar la empresa, lo que supuso un duro trance para él, pero cómo "no hay mal que por bien no venga", esto le ofreció la posibilidad de poder dedicarse a lo que él tanto había querido y con lo que tanto ha disfrutado: el dibujo artístico y la talla en madera.