El público se queda con ganas de toros tras el primer encierro

Rápido y sin incidentes. Así discurrió el primer encierro de las fiestas de San Roque en Villarino de los Aires, evento en el que se corrieron cuatro novillos de la ganadería de Ignacio López-Chaves, bien presentados. El encierro apenas si duró tres minutos, lo que dejó al público que abarrotaba las calles con ganas de más.

Y es que, además, se había anunciado que tras el encierro se daría suelta a un novillo que fue lidiado en el festejo de recortes el pasado jueves, pero ese momento nunca llegó, así que dejó al público con más ganas aún de toros, además de sentirse engañado. El motivo, según anunció un empleado municipal, pues que el eral en cuestión no había sido examinado por los veterinarios, trámite inapelable para la salida a las calles concluido el día del último examen.

Esto motivó que numeroso público permaneciera en las calles pensando que los veterinarios iban a examinar al novillo, pero eso no se produjo; como tampoco se anunció lo contrario, que era lo que el público reclamaba en los corrillos de calle. Así que 'mosqueo' entre los aficionados por lo que algunos calificaban de "chapuza", otros "engaño" y los más benévolos "tomadura de pelo".

Para contrarrestar en parte el malestar, se procedió a la suelta del susodicho novillo, pero solo para los que estaban en la plaza. Al resto el evento no les llegó.

Para esta tarde se espera la novillada con la actuación de los alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca, Alejandro Mora y Antonio Grande. Entre el segundo y tercer novillo la Comisión de Peñas invitará a bebida y 'choripan'. Tras una nueva actuación en el Sagrado a cargo del Trío Musical, se celebrará la verbena, ahora con el grupo Cañón.

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