Ambas localidades se echaban a las calles para vivir el día grande de sus fiestas
La comarca de Peñaranda ha rendido sus honores al santo más popular y patrón de multitud de localidades. Salmoral y Cantaracillo son buen ejemplo de los sones festivos vividos en el día grande de sus fiestas patronales.
Salmoral iniciaba la jornada con una solemne misa tras la cual, la imagen del santo salía a hombros del templo para iniciar su particular peregrinar por las calles de la localidad, arropada en todo momento por el ritmo de la Dulzaina, los bailes y los vítores de vecinos y visitantes.
Misma estampa se producía en Cantaracillo. Todo el pueblo se echaba a las calles para acompañar a San Roque y presentarle sus respetos en una ambiente de gran alegría que se hacia patente a través de bailes y cánticos de grandes y pequeños.