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Más del 60% de los niños con discapacidad imagina su futuro laboral en un empleo estable
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Más del 60% de los niños con discapacidad imagina su futuro laboral en un empleo estable

Actualizado 14/08/2015
Redacción

La encuesta de la Fundación Adecco apunta que un 15% quiere ser "lo mismo que papá y mamá" cuando sean mayores

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En una sociedad cada vez más heterogénea y diversa, los niños con discapacidad constituyen una fuerza laboral de incuestionable valor. Con el objetivo de recoger sus aspiraciones profesionales, la Fundación Adecco les ha vuelto a dar voz a través de una encuesta a 200 menores de entre 4 y 16 años con diferentes discapacidades y que recoge Saludadiario.es.

El análisis de las respuestas ha reafirmado los valores que habitualmente definen a las personas con discapacidad: una fidelidad mayúscula al proyecto al que se vinculan, un fuerte arraigo familiar y una gran valoración de sus cualidades personales como competencias para el empleo.

Así, los menores imaginan su futuro profesional en un empleo estable, que les permita llevar una vida normalizada. Un 66% desea trabajar en la misma empresa durante toda su vida, frente a un 34% que preferiría probar en diferentes compañías. "Cada vez más, los niños con discapacidad son educados en la igualdad, siendo conscientes de que la educación y el empleo son las principales herramientas para tener una vida normalizada. Por ello, desarrollan una alta fidelidad, compromiso y escasa o nula intención de abandono", asegura Delia Salinero, consultora de la Fundación Adecco.

Una "buena persona" como jefe

¿Y a quién les gustaría tener como superior? Más de la mitad (56,1%) lo tiene claro: el principal requisito se resume en que sea una buena persona. Algunas respuestas concretas han sido: "alguien bueno y que te entienda" o "una persona cariñosa en quien poder confiar". También los hay que se decantarían por un personaje famoso (21,5%). Dentro de esta categoría, el más mencionado ha sido el cocinero Jordi Cruz (20%), conocido por su participación en el popular concurso de televisión MasterChef. El Papa Francisco ha sido la segunda personalidad más aludida por los niños, seguida del cantante Pablo Alborán, con un 7% de las respuestas.

Por otra parte, no han sido pocos los niños que desean ser su propio jefe cuando sean mayores: un 13,6% así lo manifiesta, seguido de un 3,7% que escogería a alguien de su entorno, fundamentalmente un familiar o un amigo cercano.

Quieren ser futbolistas y profesoras

Respecto a qué les gustaría dedicarse a los niños con discapacidad cuando sean mayores, las respuestas varían en función del sexo. Los niños se decantan por profesiones ligadas al mundo del deporte, el motor, los oficios, las ciencias y la seguridad, por este orden. Las niñas, por su parte, prefieren empleos relacionados con la enseñanza, la sanidad, las artes, los animales y la belleza.

Discapacidad-morguefileEn cuanto a las profesiones concretas, entre los niños, la preferida es la de futbolista (13,6%), seguida de otras como mecánico, arquitecto, ingeniero o bombero. Entre las más pequeñas la profesión más popular es la de profesora (23%), seguida de las de enfermera, actriz, veterinaria o modelo. A la luz de los resultados, y de forma similar a lo que se observa en la población infantil en general, puede ponerse sobre la mesa una tendencia: los niños optan por profesiones relacionadas con el reconocimiento social o sus propias aficiones, mientras que las niñas tienen un perfil más social, orientándose a empleos que dan servicio a los demás.

"Buen corazón", su mejor competencia para el empleo

Superar la entrevista de trabajo es el paso decisivo hacia el empleo, y así se lo ha explicado la fundación a los niños encuestados, que han realizado el ejercicio de reflexionar sobre qué destacarían de sí mismos para tener éxito en un proceso de selección. En este sentido, llama la atención el hecho de que los menores con discapacidad no hacen referencia a sus competencias laborales o aptitudes profesionales, sino que ponen sobre la mesa cualidades relacionadas con su forma de ser que consideran positivas para desempeñar un puesto de trabajo. Algunas de las respuestas más repetidas han sido "tengo buen corazón", "soy alegre" o "soy amable".

"Huyendo del estereotipo, nuestra experiencia constata que las personas con discapacidad cuentan con valores personales que aportan mucho a las empresas, mejorando el clima laboral. En general, se sienten muy agradecidas de tener la oportunidad de trabajar y su actitud es muy positiva, viendo reforzado el compañerismo, la capacidad de trabajo en equipo o la empatía", subraya Delia Salinero.

Con la familia hasta el final

El apego de los niños con discapacidad a su familia, especialmente a sus padres, es muy intenso. Desde pequeños, suelen estar especialmente arropados por sus progenitores, y ellos les corresponden con el mejor de los agradecimientos: la admiración y la gratitud. Ello explica que un 15% de los encuestados quiera seguir los pasos profesionales de sus padres, dedicándose a lo mismo cuando tengan edad para trabajar. Esta cifra es muy elevada si la comparamos con la de los niños sin discapacidad, que habitualmente no llega ni al 3%. Según Salinero, "para todos los niños, especialmente los que tienen discapacidad, la figura de los padres es fundamental; a menudo papá y mamá representan sus ídolos, el espejo en el que quieren mirarse y el modelo a seguir durante el resto de su vida, y es por ello que quieren desempeñar la misma profesión".

¿Y a qué dedicarán su tiempo cuando dejen de trabajar? Aunque la jubilación aún se antoja remota en el tiempo, ya tienen claro que no quieren pasar la última etapa de su vida sin el calor de los suyos. Concretamente, un 40% de los encuestados sitúa a la familia en el centro de sus deseos. Así, "estar con mis hijos", "cuidar de mis nietos" o, incluso, "atender a mis padres" han sido algunas de sus respuestas. Asimismo, un 26,6% sueña con poder viajar y conocer nuevos lugares cuando se jubile, seguido de un 12,2% que quiere dedicarse a descansar.

Destaca también un 6,5% al que le gustaría aprovechar su senectud para pasárselo bien y hacer aquello que le gusta: jugar al fútbol, plantar un huerto o leer muchos libros. Llama la atención el 4,8% que, cuando se jubile, quiere dedicarse a "ayudar a los demás", así como un 3,8% que directamente no quiere retirarse, sino que desea trabajar durante toda su vida.

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