En colaboración con la Dirección General de Tráfico
La Policía Local de Salamanca va a llevar a cabo entre los próximos días 10 y 16 de agosto una nueva campaña especial e intensiva para controlar las tasas de alcoholemia y drogas en la conducción. Estos controles se suman a los que, de forma habitual y periódica, se vienen efectuando en el término municipal y suponen un incremento de las acciones preventivas en la materia, en coordinación directa con la Dirección General de Tráfico.
El verano es un periodo en el que, lamentablemente, se produce un número alto de accidentes a causa de la influencia del alcohol y las drogas en la conducción. El alcohol está presente como factor concurrente o desencadenante en un tercio de los accidentes mortales y, dependiendo de su tasa, multiplica entre dos y quince el riesgo de sufrir un accidente. El alcohol supone también un riesgo para los peatones, como demuestra el hecho de que un 40% de los peatones fallecidos en 2014 presentaban tasas positivas de alcohol. Si se consiguiera erradicar el consumo de alcohol en la conducción podrían evitarse más de mil muertes anuales.
En cuanto a las drogas, conducir después del consumo de sustancias psicoactivas es un hecho frecuente, alcanzando el 17% de los conductores españoles, según datos de la DGT. Aparte del alcohol, casi un 11% de conductores conduce tras haber consumido alguna sustancia (drogas de abuso), que pueden afectar la capacidad para una conducción segura. El cannabis y la cocaína son las dos sustancias más frecuentes halladas.
El incremento de estos controles pretende reducir, en la medida de lo posible, la incidencia negativa que el consumo de alcohol y drogas tiene en zona urbana, especialmente durante los fines de semana y en determinados lugares próximos a locales de ocio. Esta incidencia negativa se manifiesta tanto en los accidentes como en la conflictividad del tráfico rodado, por lo que resulta necesario vigilar y controlar las tasas de alcoholemia y drogas en el ámbito local con el objetivo de mejorar los niveles de seguridad vial. Además, el alcohol y las drogas suponen un riesgo añadido para los peatones, como usuarios de las vías que comparten el espacio público, especialmente en las zonas urbanas.