VILLORIA | Los niños han pasado una noche en la que no han pegado ojo por querer aguantar y así no sufrir las típicas novatadas de campamento.
Después de dos semanas intensas de actividades, juegos y noche de miedo, los niños y monitores despiden la escuela de verano con una noche de acampada en el patio del colegio.
Desde por la tarde jugando a juegos tradicionales, cenaron sus bocadillos preparados por las madres para dar paso a la velada, entre risas, juegos e historias de miedo contadas por las monitores, los niños han pasado una noche en la que no han pegado ojo por querer aguantar y así no sufrir las típicas novatadas de campamento.