Yo presupuesto, tú presupuestas, él presupuesta...

De seguido, una encima de la otra, como el libro de Olvido Hormigos y de Pérez Reverte (también el de Murakami, por cierto) en las estanterías de El Corte Inglés, veo en un conocido digital de edición nacional dos noticias que no solo llaman la atención por su contenido también por su colocación.

La noticia principal es la presentación de los presupuestos generales del estado para el próximo ejercicio. Justo debajo, la siguiente noticia tiene que ver con los 2000 inmigrantes que han fallecido en el Mediterráneo a lo largo del último año intentando llegar a Europa.

Los presupuestos son la principal arma política con la que cuenta cualquier gobierno nacional, autonómico o municipal. La asignación de más o menos recursos hacia unas áreas u otras del presupuesto, la priorización de partidas concretas sobre determinados gastos, la determinación de qué territorios van a recibir mayores inversiones o la forma en la que se recauda y sobre quién se ejerce la presión fiscal, son entre otras, cuestiones fundamentales que nos encontramos en los presupuestos.

Los últimos presupuestos con Rajoy en el gobierno nacen con visos de tener muy poco recorrido, solo hay que tener en cuenta que aprobar unos presupuestos con unas elecciones a la vuelta de la esquina va implicar, casi necesariamente, un cambio profundo de los mismos a partir de diciembre cuando se produzca la salida del gobierno del Partido Popular. Pero más allá de eso, lo que pretende Rajoy ahora es representar el papel de hombre bueno que nos da unos caramelitos en forma de gasto social porque hemos sido muy buenos durante cuatro años aguantando el recorte brutal sobre derechos sociales, pensiones, educación, sanidad y dependencia. Y ese papel a Rajoy no le pega.

Caramelitos que representan subidas mínimas en gasto social a unos meses de las elecciones generales y caramelitos en inversiones para Cataluña a poco más de un mes de unas elecciones que marcarán el futuro de España. De lo que no se da cuenta Rajoy es que sus caramelitos no cuelan ya entre los ciudadanos. No se da cuenta que su partido es el de "Luis aguanta", el de las cacerías y las fiestas de cumpleaños pagadas por todos nosotros, el de los Jaguar que aparecen en el jardín de un chalet por arte de magia, el de los sobres y los recibís, el de la masacre de la educación y la sanidad públicas, el del retroceso en derechos civiles y sociales, el de la ley mordaza, el del iva cultural, el de la reducción de becas, el de la reforma laboral?

Y cuando leo la otra noticia, la de los inmigrantes que mueren a diario intentando llegar a Francia, Italia, Grecia y España, me pregunto si el gobierno de Rajoy cuando hace los presupuestos piensa en ellos o en las decenas de miles de jóvenes que han tenido que emigrar a otros países en busca de trabajo o en los miles de investigadores que han abandonado nuestro país o en los miles de profesores que se han quedado sin trabajo o en las condiciones laborales que sufre el personal sanitario o en las condiciones que soportan los pacientes en muchos hospitales o en quienes están en el paro o en quienes encuentran un trabajo precario y miserable, etc., etc., etc.

Con certeza, no.