Reconozco que no han sido días nada fáciles a la hora de compaginar intereses políticos y económicos con intereses sociales y sindicales. Y todo, solamente por tener la intención de crear el contexto preciso y concreto, donde ser más justo con quien más lo necesita y más transparente ante quien paga sus impuestos y tiene derecho a saber que se hace con su dinero.
Asumo no sentir nunca la plena satisfacción de conseguir los objetivos que nos proponemos, pero en esta ocasión, el amargor que desde algunos ámbitos políticos se desprende, en mi caso se torna agridulce por la sarta de equívocos y malintencionadas interpretaciones de la realidad que se continúan haciendo para defender lo injusto.
Nunca he tenido problema en asumir mis errores o los de la organización que represento, cuando estos han sido evidentes e injustos, pero en esta ocasión, ni asumo ni permitiré que se siga queriendo utilizar los fines sindicales, en beneficio de la sociedad, con los intereses políticos en beneficio de unos cuantos.
Me sigo sintiendo orgulloso de pertenecer y representar a una organización sindical, que con errores y aciertos, con luces y sobras, con miedos e incertidumbres me ha enseñado a defender la ley, los derechos y las normas, por mucho que en algún caso consideren injustas.
Resulta difícil entenderse con quien confunde Gobierno con Corporación, sindicalismo con política, intereses generales con intereses partidistas y resulta inútil y peligroso confiar en quien juega a todo, a la derecha y a la izquierda, al gobierno y a la oposición, es arriesgado quedarse en manos de quien dice blanco y negro sobre el mismo tema en la misma frase y ni se inmuta.
Para aclarar algunas nociones básicas y elementales, son los ciudadanos de Salamanca quienes han elegido a los 27 concejales de nuestra Corporación que constituyen todos ellos el Pleno del Ayuntamiento.
Han sido los 27 concejales quienes han elegido al Alcalde de la ciudad y ellos mismos los que han constituido el Gobierno Municipal, ellos y solo ellos.
Y en este contexto plural y por suerte sin mayorías absolutas, se deben saber desenvolver y afinar sus estrategias quienes deciden y lideran, por omisión de gobierno de unos y quienes ejercen oposición, supongo que por comodidad ante la no asunción de responsabilidades.
Y son más de ciento cincuenta mil trabajadores y trabajadoras las que cada cuatro años eligen a sus representantes sindicales. Ellos y solo ellos son los que han decidido que haya dos fuerzas sindicales con más del diez por ciento de representatividad, cumpliendo la Ley, que ostentamos la condición de sindicatos mayoritarios.
En un contexto laboral tremendamente hostil, empresas donde se nos impide la entrada, trabajadores a los que se les despide en las empresas si se presentan en nuestras candidaturas, miedo, amenazas, etc.
En definitiva, para definir los espacios de actuación, los unos representan los intereses políticos y otros representamos los intereses sociales y laborales y no es lo mismo, y no todo vale y ni los partidos políticos son quienes deben ocupar nuestro espacio, ni nosotros invadir el suyo, ni mucho menos permitir crear ambientes enrarecidos, donde parece que todos y todas somos los mismos y tenemos los mismos objetivos.
Ante la constitución del Consejo del Diálogo Social de la ciudad, en un alarde de narcisismo desmesurado los unos no hacen más que mirarse el ombligo para ver donde quedan y que espacio ocupan, persistiendo en mantener en el error permanente con una actitud contumaz e irreal. Los otros, tenemos claro cuál es nuestro papel y nuestro fin, sin invadir espacios de una oposición que no es la nuestra, defendiendo una Ley vigente que no permite dobleces y asumiendo las competencias que nos son propias.
En mi responsabilidad, siempre lucharé, discutiré, negociaré y pactaré, si es preciso, con quien gobierne, sea cual sea su color o lado de la acera en el que esté. Porque quien toma decisiones es quien asume responsabilidad y porque, en este caso, quien gobierna nuestra ciudad es quien ha decidido el Pleno Municipal, salido de los votos de la ciudadanía.
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.