El ropero ofrece ropa con fines caritativos a ONGs o instituciones

El ropero de Guijuelo se puso en marcha hace unos 10 años debido a la alta demanda de ropa y otros enseres por parte de familias necesitadas de este servicio. Un grupo de voluntarias, con el apoyo del Ayuntamiento, se hizo cargo de desarrollarlo en el antiguo puesto de Cruz Roja en el polígono.

Desde entonces, el ropero ha ayudado a cientos de familias a cubrir algunas de sus necesidades básicas, e incluso poniéndoles en contacto con otro tipo de servicios. El ropero funciona gracias al trabajo de un grupo de voluntarias y la donación de particulares.

A lo largo de los últimos meses se ha visto un descenso del número de usuarios que obligan a sus promotores a replantear este servicio, sobre todo durante los meses de verano, cuando está cerrado. Así lo explicó la concejala de Bienestar Social y Familia, Yolanda Alonso. "El ropero está lleno de ropa, y buscamos una organización o alguien necesitado a quién se la pueda dar. A toda esta ropa, que es de verano, hay que darle una salida. Por este motivo, si alguna organización o institución con fines benéficos está interesada en cogerla, puede ponerse en contacto con el Ayuntamiento de Guijuelo".

El ropero guijelense estará cerrado hasta septiembre, y el objetivo es aprovechar toda la ropa donada tras la limpieza de los armarios de primavera y que llenan las instalaciones. Esta situación unida a una menor demanda del servicio, ofrece una nueva perspectiva. El ropero volverá a abrir en septiembre, y su funcionamiento se mantendrá como siempre.

DISMINUCIÓN DE RESIDENTES INMIGRANTES

El ropero se abrió para cubrir las necesidades de familias inmigrantes y vecinos de la zona. Ahora ha descendido el número de usuarios debido al descenso de la población inmigrante. Según los datos del padrón municipal, y por nacionalidades, la comunidad ecuatoriana ha sido la que ha perdido un mayor número de personas; pasando de 400 a cerca de 70 residentes. También ha descendido el número de familias chinas, al emigrar a otras provincias éstas. En cuanto al número de rumanos y marroquíes, se mantiene su población al haberse establecido e integrado comprando sus viviendas sin intención de regresar a su país en corto espacio de tiempo.