Los salmantinos ven con recelo las medidas que ha impulsado el Ayuntamiento para erradicar las...

No parece que corran buenos tiempos para los bares que desde hace un mes organizan espectáculos sexuales. Por fin el Ayuntamiento de Salamanca ha decidido tomar cartas en el asunto y sancionará con multas de hasta 3000 euros a los propietarios de los locales que promuevan las señaladas actividades. Además, la nueva normativa contemplará la posibilidad de clausurar los establecimientos hasta un máximo de seis meses.

Dos medidas que no convencen del todo a quienes se muestran críticos con la senda que está tomando el ocio nocturno salmantino. "Seguro que habrá letra pequeña", asegura Irene Aparicio, una malagueña de 29 años que reside en la ciudad desde hace años y que ve cómo se está degradando la fiesta de la capital. "Para que les apliquen la sanción a lo mejor antes deberán infringir la normativa tres o cuatro veces", añade la joven, que está convencida de que los espectáculos sexuales han causado revuelo mediático gracias al poder de las nuevas tecnologías. "A todo el mundo le ha llegado los vídeos a través del WhatsApp, lo cual ha generado la polémica, la gente se ha indignado y los dirigentes municipales se han visto obligados a solucionar el problema", sostiene.

Acertada considera también la decisión del Ayuntamiento de sancionar a quienes caminen por la vía pública semidesnudos o vistan atuendos que atenten contra la dignidad de las personas. Una medida que pretende moderar las celebraciones de las despedidas de solteros y que Irene ve con buenos ojos. "Me parece estupendo que acudan a Salamanca y se lo pasen bien, pero esto se ha convertido en un cachondeo. Hay que poner límites", sostiene.

Quien no comparte la decisión de prohibir determinados atuendos durante las despedidas de solteros es Alberto Marcos, un salmantino de 30 años partidario de que se castigue a aquellos que durante las señaladas celebraciones causen estropicios, y no a quienes vayan parcialmente desnudos o luzcan vestidos peculiares. "Mientras no vayan pasándose de la raya por la calle, que vistan como quieran, pero si están armando y causando daños me parece bien que intervengan", sostiene.

Por otra parte, igual que Irene, no parece muy convencido de que las medidas que impulsará el Ayuntamiento para erradicar las fiestas sexuales disuadan a los propietarios de los locales. "Dado el poder de los hosteleros, quizá ni siquiera les lleguen a aplicar las sanciones", sostiene Alberto, que rechaza imponer multar para erradicar las conductas poco ejemplarizantes. Él prefiere emplear la pedagogía: "Hay que intentar avanzar en la educación de las personas para que estas rechacen este tipo de fiestas".

También carga contra los espectáculos eróticos que se celebran en algunos locales de la ciudad Raquel Domínguez, una salmantina de 23 años que pide a las autoridades municipales que vayan más allá y sancionen a todos los que participen en ellos. "Además de castigar a los dueños de los bares, tendrían que perseguir a quienes lo están haciendo". Sin embargo, no cree que la iniciativa del Consistorio sirva para poner coto a las señaladas fiestas. "Creo que les saldrá rentable enfrentarse a las multas", asegura. La opinión, está en la calle.