Jueves, 09 de mayo de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
El hambre y el pan
X

El hambre y el pan

Actualizado 26/07/2015
José Román Flecha

"Dáselos a la gente para que coman. Porque esto dice el Señor: Comerán y sobrará". Así se expresa el profeta Eliseo. Es importante releer con calma la primera lectura de la misa de este domingo 17 del Tiempo Ordinario.

El texto contrapone a Eliseo y a su criado. Mientras éste mira los acontecimientos con ojos de cálculo, el profeta los mira con los ojos de la fe. En realidad, los gestos de Eliseo son mucho más importantes que sus palabras. En este caso, su gesto revela la compasión con la que el hombre de Dios mira a las gentes que lo siguen.

El profeta Eliseo invita a repartir entre aquel centenar de personas los veinte panes de cebada que le había traído un hombre. Al mismo tiempo, su criado se pregunta cómo puede ese pan satisfacer a tanta gente. Pero el caso es que comieron todos y sobró pan (2 Re 4,42-44).

LA ENTREGA

La figura y el gesto del profeta Eliseo nos evocan inmediatamente la figura de Jesús que hoy aparece en el evangelio de Juan (Jn 6, 1-15). El relato del reparto de los panes y los peces y el discurso posterior de Jesús nos van a acompañar a lo largo de cinco domingos consecutivos. El texto que hoy se proclama nos presenta algunos rasgos notables:

? Las gentes siguen a Jesús porque han visto los signos que hace con los enfermos. Pero no han descubierto todavía el gran signo de Jesús. Está cerca la Pascua. Así que la entrega de los panes y los peces anticipa la entrega pascual de Jesús.

? La preocupación por las necesidades de las gentes que le siguen no parte de los discípulos, sino del mismo Jesús. Sin embargo, Jesús requiere la colaboración de sus discípulos. Y aprovecha la generosidad de un muchacho que ofrece lo poco que tiene.

? La oración de acción de gracias de Jesús nos remite a la eucaristía, en la que celebramos la "gratuidad" del don de Dios a los hombres. Y evoca también nuestra oración de "gratitud" antes y después de las comidas, con la que reconocemos a Dios como Señor de la vida.

LA COMPASIÓN

El reparto de los panes y los peces se encuentra en los cuatro evangelios. El texto que hoy se proclama se cierra con dos frases que recogen el sentir de Jesús y el de la multitud.

? "Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie". Importa que no se pierdan los restos del pan. Pero más importa que la comunidad aprenda a compartir los bienes con los hambrientos de pan y de sentido. En nuestros días, el papa Francisco denuncia constantemente la falsa cultura del desperdicio y del descarte.

? "Este sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo". Por las palabras de Jesús, ya la Samaritana lo había reconocido como un profeta. Ahora, son la compasión y las obras de Jesús las que lo revelan ante la multitud como el profeta esperado desde siempre.

- Señor Jesús, al igual que la multitud, te reconocemos como rey. Pero tu retirada a la montaña nos dice que tu realeza no se apoya en el fácil recurso de satisfacer nuestras necesidades inmediatas o nuestros gustos pasajeros. Tu realeza se manifiesta en tu entrega por nosotros. Bendito seas por siempre, Señor.

José-Román Flecha Andrés

SANTIAGO APÓSTOL

Llevaba el nombre de Jacob, tan antiguo como su pueblo. Era hijo de Zebedeo y Salomé. Y con su hermano Juan fue llamado muy pronto al seguimiento de Jesús. Los dos hermanos dejaron a su padre, la barca y las redes que eran su vida y siguieron a Jesús.

¿Le siguieron buscando poder? ¿Cuánto tiempo tardaron en aprender que seguir al Maestro los llevaba a servir a los más humildes de la tierra? Ésas son algunas de las preguntas que nos asaltan en la fiesta de este "hijo del trueno", como lo llamaba Jesús.

"El cristianismo ha encarnado la defensa de todos los débiles, bajos y malogrados". Para los cristianos una frase como ésa es un elogio que nos alegra. Pero ha sido escrita por alguien que unas líneas más arriba había dicho: "¿Qué es bueno? Todo lo que acrecienta en el hombre el sentimiento de poder, la voluntad de poder, el poder mismo. ¿Qué es malo? Todo lo que proviene de la debilidad".

Así escribía F. Nietzsche. Según él, lo mejor que se puede hacer con los débiles es ayudarlos a perecer. Por eso creía y pregonaba que, al encarnar la defensa de los débiles, el cristianismo se habría hecho inhumano e inmoral. ¡Así que nada de elogios!

Pues bien, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, pretendían de Jesús los puestos de mayor importancia en su Reino. Jesús contestó a sus demandas preguntándoles si estaban dispuestos a beber el cáliz del dolor y de la muerte que Él mismo habría de apurar. Estaba claro. La grandeza en el Reino del Mesías no se alcanzaba por el camino del poder, sino por el de la entrega de la propia vida (Mt 20, 20-28).

Los dos hermanos respondieron que estaban dispuestos. Y efectivamente un día entregarían la vida por el evangelio. Santiago, hijo de Zebedeo y de Salomé sería el primero de los Doce a la hora de beber aquel cáliz al que se había referido Jesús. "El rey Herodes echó mano a algunos de la Iglesia para maltratarlos. Hizo matar por la espada a Santiago, el hermano de Juan" (Hech 12, 1-2).

A lo largo de los tiempos, los humanos hemos luchado más por conseguir el poder que por ponerlo al servicio de los pequeños y los desheredados.

En la fiesta del apóstol Santiago es oportuno recordar el frescor de aquél ideal evangélico. Jesús tuvo que advertir a todos sus apóstoles sobre el sentido que el poder y la grandeza tendrían en su Reino:

? "El que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor". La grandeza no radica en el "tener" sino en el "ser". No es grande quien aplasta y avasalla a los demás, sino quien sabe vivir desviviéndose por los otros.

? "El que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo". Las prioridades verdaderamente humanas no se miden por las vidas aniquiladas, sino por las vidas tuteladas. No es el primero el que mata, sino el que ayuda a vivir.

Santiago, hijo de Zebedeo y hermano de Juan, amigo predilecto de Jesús, es para los cristianos una parábola de la vocación al discipulado y de un seguimiento siempre difícil pero siempre gozoso.

José-Román Flecha Andrés

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.

Comentarios...