Las excavaciones en La Genestosa confirman una ocupación romana en los siglos I-II d.C.

El pasado martes llegó a su final la tanda de excavaciones desarrollada en el yacimiento de La Genestosa (ubicado en la localidad de Casillas de Flores) desde principios del mes de julio bajo la dirección del profesor de Historia Medieval de la Universidad de Salamanca Iñaki Martín Viso y el arqueólogo Rubén Rubio Díez.

Las excavaciones han sido exitosas, ya que han confirmado la existencia de una ocupación romana altoimperial en la zona, entre los siglos I-II después de Cristo, posiblemente un asentamiento inferido a una villa, según se indica desde la Universidad de Salamanca.

Los trabajos de excavación se han centrado en el área de El Cañaveral, donde hay un espacio residencial compuesto por aproximadamente una docena de estructuras, dos de las cuales han sido objeto de estudio. Durante estas semanas, se han recuperado numerosos fragmentos cerámicos, lo que confirma ?a la espera del examen de los materiales- la existencia de esa ocupación romana altoimperial, "siendo uno de los escasos yacimientos romanos rurales conocidos en la comarca de Ciudad Rodrigo".

Durante estas semanas, las excavaciones también han permitido documentar la existencia de una ocupación postromana (siglos V-VII d.C.) con al menos dos fases diferenciadas: la primera en torno a los siglos V-VI d.C. (se han encontrado fragmentos de piezas cerámicas y de pizarras numerales, y una fíbula que todavía debe ser examinada), y la segunda en torno a los siglos VI-VII d.C.. Se estima que el poblado se abandonó en torno al siglo VIII.

Según explican los investigadores, los materiales encontrados permiten conocer con mayor detalle la vida de los campesinos de la época postromana, considerada tradicionalmente una época "oscura", siendo La Genestosa uno de los "pocos asentamientos rurales" de esa época que han podido ser analizados mediante excavaciones en el suroeste de la Meseta del Duero.

Con los datos encontrados, los investigadores apuntan a que existiría una población con bienes "muy limitados", aunque con "diferencias sociales, expresadas sobre todo en el ámbito funerario a través de la construcción de tumbas excavadas en la roca".

Durante los próximos meses se analizarán con más detalle los materiales encontrados durante estas semanas. La voluntad es llevar a cabo una nueva campaña de excavaciones en el año 2016, todo ello con la finalidad de aportar más información sobre los procesos que ocurrieron en la cuenca del Duero tras la conquista musulmana de Hispania a partir del año 711.

Los trabajos de excavación se engloban en las actividades del proyecto de investigación denominado Colapso y regeneración en la Antigüedad Tardía y la Alta Edad Media: el caso del Noroeste peninsular, que financia el Ministerio de Ciencia e Innovación.