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Puede sonar a betún, a una nueva marca de bebida energética o a una red social de telefonía móvil para idiotizar a los adolescentes, pero Ubuntu encierra algo mucho más sencillo y a la vez aleccionador. En este mundo vertiginoso, competitivo y con la vida de propensión al infarto que nos hemos marcado, no viene mal de vez en cuando alguna moraleja aplicable al día a día.
Cuenta la tradición oral, que es la más sabia de todas porque se transmite de padres a hijos, que un antropólogo propuso en uno de sus viajes a África un juego a modo de experimento a los niños de una tribu. Colocó una canasta llena de frutas cerca de un árbol y les dijo que quien llegara primero conseguiría como premio todas las frutas para él. Cuando dio la señal para que corrieran, todos los niños se cogieron de las manos y corrieron juntos hacia la meta. Después, se sentaron en círculo a disfrutar todos de la canasta llena de frutas. El antropólogo, sorprendido, les preguntó la razón de haber corrido juntos si uno podría haber ganado todas las frutas.A coro, le respondieron: "¡Ubuntu! Uno de nosotros no puede ser feliz si todos los demás están tristes".
Ubuntu en las lenguas de los xhosa y los zulús significa "yo soy porque nosotros somos, yo soy feliz cuando tú eres feliz". Una persona con Ubuntu es acogedora, hospitalaria,generosa, dispuesta a compartir, es decir, todo lo contrario a lo que nos muestra la sociedad individualista y de consumo. Sin embargo, estoy seguro de que ahora mismo todos pensamos en alguien a quien identificamos con el Ubuntu, así que no debe ser tan difícil?Y tú, ¿tienes Ubuntu?









