Jueves, 09 de mayo de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
La televisión y nuestro entorno
X
Doctor en Ciencia Política y de la Administración por la USAL

La televisión y nuestro entorno

Actualizado 19/07/2015
Carlos Javier Salgado

Los últimos días los telediarios han tratado permanentemente la posible marcha de Iker Casillas del Real Madrid, que finalmente se ha concretado en su fichaje por el Oporto. Este hecho ha conllevado que en las redes sociales muchos de nuestros amigos y conocidos se hayan lanzado a escribir párrafos sobre lo mucho que van a echar de menos a este guardameta, que si se han portado mal con él, que si lo sienten mucho, etc. Y yo me pregunto ¿Por qué se lamentan más de la salida de un portero hacia otro equipo que, por ejemplo, de la defunción de la Unión Deportiva Salamanca hace dos años, o de que el negocio de un familiar haya tenido que cerrar por la crisis?

[Img #361130]Lo digo porque al fin y al cabo, por mucho que para algunos tome tintes apocalípticos, Iker Casillas va a seguir con su vida, va a estar relativamente cerca de su familia (parte de nuestros familiares se fueron bastante más lejos y por un salario muchísimo menor), y no le van a faltar medios para comer, pues ha amasado fortuna de sobra como para que monten negocios fracasados sus tres próximas generaciones. En todo caso, mi intención no es crear un debate futbolístico o sobre la figura de Casillas, sino que con ello quiero volver la mirada a nuestro entorno más cercano. La televisión ha tomado tal importancia en nuestra vida (y gracias a ella el fútbol especialmente), que nos hemos creado un mundo paralelo, en el que casi consideramos a los famosos como parte de nuestro entorno familiar o amistoso.

Frecuentemente se ven grupos de fans que lloran cuando se hacen una foto con sus ídolos o cuando les firman un autógrafo, que hacen colas y se quedan a dormir al raso para conseguir la entrada a un concierto, siendo parte de ellos quienes gruñen cuando les piden que vayan al hospital a ver un familiar que está enfermo. Sin embargo, todo parece derivado de un proceso en que asociamos ciertas vivencias positivas en nuestra vida (como disfrutar con la victoria de un equipo, con el argumento de una serie, o con una canción) a aquellos que consideramos autores materiales de dicha vivencia.

Por ello, en ocasiones parece como si se impusiese dicha realidad paralela, y no reparásemos en que cuando hemos pasado por momentos difíciles quienes nos han escuchado, apoyado y ayudado a salir del bache han sido nuestros amigos, pareja o entorno familiar, a quienes en ocasiones tenemos más descuidados, aquellos a quienes alguna vez, mientras nos hablaban, hemos pedido callar para oír una declaración en la televisión.

Independientemente de que la televisión nos pueda hacer disfrutar frecuentemente, no podemos hacer de ella todo nuestro mundo o, cuanto menos, no nuestro universo principal...

Desgraciadamente, muchas veces pasamos de puntillas sobre los contratiempos que atañen a nuestro entorno más cercano, a la par que exacerbamos los de aquellos que salen por la televisión, a quienes ni tan siquiera conocemos (no me refiero con ello a no saber quien es alguien de nombre, sino lo que conlleva conocer medianamente a una persona). Hay un refrán que dice "no hay mayor desprecio que no hacer aprecio", y desgraciadamente en esas estamos frecuentemente, no apreciando (aunque sin mala intención) a los nuestros, aquellos que nos perdonan una mala contestación o unas malas formas, esforzándose por comprender que hemos tenido un mal día o que, simplemente, en un determinado momento no nos han pillado de buen humor.

Es por ello que, independientemente de que la televisión nos pueda hacer disfrutar frecuentemente, no podemos hacer de ella todo nuestro mundo o, cuanto menos, no nuestro universo principal, sino que hemos de tener siempre en un primer plano a los nuestros, a nuestra vida real. Toda ocasión que se tercie es buena para confraternizar y, con ello, rendir un homenaje a ese entorno cercano que siempre nos apoya, a los seres queridos, reuniéndonos a cenar, a dar un paseo o, simplemente, escuchándonos. Aprovechemos a disfrutar de la vida y de nuestro tiempo con aquellos que nos quieren.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.

Comentarios...