Viernes, 19 de abril de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Los años que retornan
X

Los años que retornan

Actualizado 11/07/2015
José Ramón Serrano Piedecasas

Si tienen ocasión, a aquellos de Vds. que les guste leer historia contemporánea les recomiendo un libro escrito por Slavko Goldstein. El libro en cuestión se titula: "1941. El año que retorna". En 1941 los alemanes ocuparon Croacia con el apoyo de algunos feroces católicos y nacionalistas ustachas y justamente cincuenta años más tarde, en 1991, esa misma tragedia nacional se reproduce con ocasión de la desintegración de Yugoslavia como Estado. Goldstein, en su relato, se atiene con rigor a un consejo dado por Voltaire: "A los vivos les debemos respeto. A los muertos la verdad" Escribe, pues, una crónica desde la distancia y desde la vejez. Exenta como corresponde de adjetivos. No juzga.

[Img #295640]Relata una serie de acontecimientos que le tocó vivir a los 12 años en una pequeña ciudad provinciana, Karlovac, cercana a Zagreb. Una escritura desapasionada, a lo Primo Levi, y por eso atroz. La historia se repite, las emociones desdeñadas, las heridas mal curadas vuelven a abrirse. Volvieron a abrirse cincuenta años después y Slavko, una vez mas, vuelve a ser protagonista de trágicos acontecimientos. Goldstein proviene de una familia judía asimilada. Su padre era propietario de una pequeña librería que, a su vez, oficia de centro literario. Su madre procedía de la Bucovina rumana al igual que el poeta Paul Celam. El padre y la madre de Slavko fueron de los primeros en ser detenidos.

Eran judíos. El padre murió en uno de los campos de exterminio mas crueles de Europa: Jadovno. La madre logró salir de una prisión situada en Zagreb y con sus dos hijos se incorporó en 1942 a los partisanos comandados por Josip Broz Tito. Los tres lograron así salvar sus vidas. Slavko a sus diecisiete años se convirtió en uno de los mas jóvenes oficiales del ejercito guerrillero. El comunista Slavko se fue, poco a poco, desilusionado, distanciando del partido. Viajó con el propósito de residir a Israel. Sin embargo sus amigos, desde lejos, insisten: "Tu escribes en croata como los ángeles. Te necesitamos. Ven". Volvió a Karlovak. Y como hiciera su padre antaño abrió otra librería. Allí aún vive rodeado de hijos y nietos. Él no practica ninguna religión, ni se adscribe a ninguna ideología que se anteponga, alguna puñetera ideología, al quehacer humano. El último párrafo de su crónica dice: "El siglo XX aportó las mayores esperanzas para la humanidad, pero también enterró la mayoría de ellas. Se convirtió en el cementerio de los ideales.

Nos enseñó que los ideales son la mayoría de las veces una seductora quimera y que la duda no es una flaqueza fatal, sino una defensa necesaria frente a las fatales creencias". Una reflexión muy apropiada frente a los fanatismos de cualquier origen o condición. Dan mucho miedo esas gentes que escudriñan sin cesar el cielo: "¡Veis ese astro luminoso es la justicia o la verdad o la patria o dios.." Esas gentes que miran para arriba y se olvidan de mirar hacia abajo. El abajo no existe para ellos. ( ¡Perdón para ellos... para ellos los elegidos y a escondidas, sí que existe¡). Y otra cosa más. Sobre los muertos perdedores, los del "matarile", los "paseados", los no entronizados, los no canonizados. ¡Vaya¡ Los de las cunetas y las fosas comunes. ¿Qué? Por su memoria, para sus descendientes, para los que no acostumbramos a mirar el cielo "estrellado", un poquito de honra y otra de verdad. Si así se hiciera evitaríamos el retorno, aunque fuera solo mental, de algunos años fatales. Del 1936 y de los cuarenta y muchos subsiguientes, por decir algo.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.

Comentarios...