La donacion no se devuelve y es de recibo moral ayudar a quien lo necesita; pero si hablamos de prestamo y deuda, hay que pagar.
Tengo un problema de percepción serio. Cada día, que pasa tengo la sensación que estoy fuera de las corrientes de vida, o de cómo entender la vida, o de la justicia en la vida, o de como miramos, entendemos y ejecutamos las cosas basándonos en cómo nos afectan a nosotros o al prójimo.
Hoy que el calor me tiene aplanado, quizás me haya dañado el cerebro un poco más, lo que me limita abrir los ojos externos e internos y ver allí donde llegan los tocados por una varita mágica, los iluminados. Voy a intentar rellenar mi espacio exponiendo "fábulas reales de vida". Y para empezar planteo: Si un trabajador de mi empresa, que por cierto todos son excepcionales, trabaja y no cobra nada. Si mi trabajador me pide su sueldo para poder comer, pues él también lo pasa mal en su empresa/familia, y yo le expongo unos plazos en los que haré una reunión familiar para ver si puedo/quiero pagarle o no. Tengo muchas posibilidades que me pongan la cara del revés y con más suerte que me denuncie, esto sería lo correcto, y me condenarían a pagar lo que debo, a pagar los intereses, a pagar los daños... a pagar, pagar y pagar. Y es lo más justo, pues su trabajo y sus necesidades son tan importantes como las mías y si yo no supe o no fui capaz de gestionar mi patrimonio, mi empresa; mi trabajador no ha de pagar mi insensatez, mi incongruencia o mi comodidad
Y añado otro hecho, muchas veces real y que probablemente muchos de ustedes y yo hemos vivido: Cuando un amigo, o algún familiar nos ha pedido una ayuda económica y dejamos postergados nuestros proyectos para acudir en su rescate esperando la devolución de lo prestado para así poder afrontar nuestros propios retos o simplemente afrontar nuestras necesidades diarias. Cuando nosotros, los prestamistas sin ánimo de lucro, llenos de buena voluntad ponemos en standby nuestro proyecto de vida, para revitalizar el de nuestro amigo o familiar y posteriormente lo que nos depara el futuro, es un uso inadecuado de "nuestra" ayuda, una negación de la realidad del préstamo, un olvido manifiesto y malintencionado con escusas sin fondo ni forma. ¿Cómo reaccionaríamos, estaríamos dando saltos de alegría, volveríamos a poner la cartera y la mejilla, lo borraríamos de nuestra lista de bienvenidos a casa...?
Seguro, por no decir segurísimo, que pondríamos toda la carne en el asador para recuperar lo que con tanto esfuerzo ganamos para que otros lo disfrutaran o no, ¡allá su gestión!. Y si no lo recuperáramos, le tacharíamos con los mayores improperios recogidos en el diccionario de la RAE , e incluso nos plantearíamos como "tocarle las narices" y no por no devolverlo, sino por abusar de nuestra confianza y buen sentir.
Después de expuestas mis ideas de Perogrullo, visto lo visto; las reacciones, a nivel general, con la deuda griega o están llenas de una infame mentira o es un abuso interpretativo de la parodia populista pero vista desde la platea o, quizás la triste realidad sea que, yo soy un egoísta en grado sumo que sólo piensa en sí mismo dejando de lado la sociedad y sus problemática.
¿Cómo puedo reaccionar bien cuando alguien mercadea con mi préstamo, como puedo cerrar los ojos e ir de santo Job y dadivoso cuando se prometen proyectos llevados a cabo con mi dinero cuando yo tengo las mismas necesidades?
Tengo el palpito, que aprovechando que la idea general sobre el político con curriculum ( por los años en el puesto ) se ha degradado en exceso, algunos, posibles trileros, aprovechan la estela dejada para prometer cambios inviables, para avanzar hacia donde están a los que critican e incluso empujarles fuera del sillón , pero no con el fin de refundar y solucionar ¡ ojala!, sino de ocupar.
Es obvio que muchos, demasiados, vividores de la política y el engaño nos han llevado a un callejón sin salida. Pero tengo la extraña sensación, Grecia hace que cada día sea más real, que los que han recogido las llaves, ni saben dónde está la puerta, ni encuentran la cerradura, y posiblemente, ni quieren abrirla.
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.