Iñaki Gabilondo y sus razones inconfesables.

Eso rezaban las noticias de hace unos días en los que Iñaki Gabilondo se hacía eco de la que él considera la más demoledora de los últimos años: el último informe que han emitido al unísono Capgemini y Royal Bank of Canada, dos empresas de origen francés ligadas directamente a los que se benefician de este hecho que, como muy bien dice Gabilondo, "es la madre del cordero". Pero lo que no dice Gabilondo es porqué la cosa es tan importante.

No seré yo quien de lecciones de periodismo al que considero uno de los mejores que parido madre en esto de la prensa, al menos de la prensa adicta al régimen que nos toca vivir, aun cuando se esté en contra de gran parte del mismo. Iñaki se guarda el por qué porque su condición, su pasado, su pertenencia a una de las más grandes empresas de comunicación, le obliga a no decir exactamente lo que piensa, espera que el oyente-lector lo adivine para no pillarse los dedos, espera que el receptor entienda que las diferencias de poder adquisitivo y, por tanto, casi de libertad, tan desorbitantes, tan escandalosamente injustas, puedan llegar a ser tan insalvables que, una de dos, o causan una revolución social, o condenan a los más desfavorecidos a la puta miseria y al ostracismo para siempre.

Lo que no puedo entender -es un decir- es que el periodista más afamado de este país interprete el papel de sorprendido por los efectos que ha causado esta mal llamada crisis, sencillamente no me lo creo. ¿Se acuerdan Uds. de aquel eslogan que decía "¡¡NO ES UNA CRISIS, ES UNA ESTAFA!!" Sí hombre sí, lo coreaban los "perroflautas" del 15-M, aquellos que dicen que ahora están gobernando en los ayuntamientos de Madrid, Barcelona y Valencia tan antidemocráticamente como el Mariano y el José Mari son capaces de pensar y también lo gritaban los que no ocupan ninguna alcaldía y ningún escaño porque sencillamente, no han ido ni a votar y no quieren participar en nada que contribuya ni un gramo más a que la diferencias sociales sean cada día más grandes, no solo entre los españoles, sino entre todos los seres humanos.

O ¿es que ni Iñaki, ni los nuevos ediles y consejeros no se dan cuenta que es el mismísimo sistema capitalista-democrático el que se reproduce a sí mismo como un cigoto creando crisis para volver a estar socialmente como hace años? Las crisis creadas están en el catecismo del propio capitalismo, incapaz de pensar en otra cosa que no sea la asquerosa, aberrante y repugnante metáfora de hacer reproducir el dinero, cual cigoto, como si de un ente biológico y vital se tratara.

Algunos no estamos sorprendidos, ya lo sabíamos desde hace mucho tiempo, y lo peor es que en vez de rebelarnos nos callamos o nos presentamos a las elleciones. Las agencias multinacionales de consulta, los políticos obedientes y bien pagados y el poder del dinero también lo sabían, y que conste que no me gustaría acertar, pero de las dos opciones anteriormente citadas, la primera cobra cada día más verosimilitud, tras los primeros pasos de las nuevas corporaciones, unos mejor que otros, serán fagocitados por el propio sistema y habrá que volver a las calles y a las plazas a recordar lo mismo de siempre, si es que la sociedad a nivel mundial, conserva para entonces un mínimo de capacidad de respuesta frente a ataques tan duros como los que se avecinan. ¿Quizás es esta "la madre del cordero" del Sr. Gabilondo? En una cosa se le puede dar la razón, la política, al menos la que vemos a diario, comparada con esto, es una auténtica frivolidad, cuando no una solemne memez, al tiempo.