Soluciones de Traceado Eléctrico en sectores industriales y energéticos

De todos es bien conocido que tanto el invierno como el verano de la meseta pueden ofrecer condiciones climáticas que alcancen temperaturas extremas y que, especialmente, las habituales congelaciones invernales pueden suponer un gran problema al provocar paradas no deseadas en los procesos industriales. Congelaciones de tuberías y fluidos son el tópico de cada año y, en la búsqueda de soluciones a dichos problemas, los proyectos de Traceado Eléctrico irremediablemente han aparecido como un elemento indispensable en la unión entre industria y efectividad, tanto en Castilla como en el resto del mundo, durante los últimos 80 años.

Casi un siglo después de su invención, la función principal de los sistemas de Traceado Eléctrico (o "Heat Tracing", como también se le suele conocer) sigue siendo evitar y compensar las pérdidas o ganancias de calor que ciertos fluidos o productos sufren en sus fases de traslado y producción. Para prevenir estos problemas, las soluciones de Traceado Eléctrico impiden la transformación o variación del fluido en cuestión a través de un cable calefactor que aporta la energía necesaria para compensar estas pérdidas.

Iniciada en los años 30 más como un concepto que como una realidad tangible, el Traceado Eléctrico ha pasado de ser un simple cable de mineral aislante a contar con termostatos y controles computarizados que permiten vigilar la temperatura desde un monitor que centraliza toda la información. Así, ha llegado a convertirse en un pujante sistema industrial que acumula grandes cantidades de inversión económica.

Por ejemplo, ya solo en las pozos de crudo de Alberta, Canadá, una de las mayores reservas de petróleo del mundo (localizada en un área en el que las temperaturas invernales oscilan entre os -5 y -25 grados de media), la inversión en proyectos de Traceado Eléctrico rondó los 500 millones de euros en la primera década de este siglo. Y aunque sí que en muchos casos el Traceado eléctrico se suele asociar a grandes procesos industriales como refinerías, industria química o plantas nucleares; su uso no está tan solo restringido a ellos. De hecho, su uso también está muy desarrollado en proyectos a pequeña escala como descongelación de cañerías y desagües, que en zonas frías tienden a sufrir colapsos constantemente.

Por todas estas razones el Traceado Eléctrico se ha convertido a lo largo de toda su historia no solo en un elemento crucial para procesos industriales en zonas de climas fríos y extremos, sino también en una fuente importante de inversión de capital en la industria internacional; desde grandes proyectos como los de los pozos de petróleo de Alberta hasta las instalaciones más sencillas y domésticas que nos hacen la vida más fácil.