Reciclarse o anquilosarse, elección libre.

La frase "Cría fama y échate a dormir" ¡por fin, ya no sirve ! Los que hemos tenido la grandísima suerte de simultanear dos mundos laborales, con dos situaciones sociales en los mismos, tan diferentes y a la vez tan enriquecedoras, nos gusta esta situación. No es por incordiar, ni mucho menos. Es porque, por fin, muchos comenzarán a valorar la dificultad, el tiempo, la dedicación que hay que poner para salvar las dos circunstancias y poder seguir evolucionando.

La suerte no existe, es un cúmulo de trabajo, trabajo y trabajo... pero programado, pensado, exprimido, formado,..... El mundo evoluciona y nosotros debemos evolucionar con él.

El trabajo ya no es para siempre y da igual que seas una cosa u otra. Y los que duran no deberían ser siempre lo mismo, muchas veces los hacemos aburridos para nosotros y para los que nos escuchan o nos soportan.

Mi padre siempre se reía cuando alguien hablaba de la experiencia, deberíamos de estar en permanente aprendizaje, decía; con lo que la experiencia seria nueva cada día. Me hace aún mucha gracia cuando escucho frases tan lapidarias como "tengo 30 años de experiencia". Las confunden con "llevo 30 años haciendo lo mismo". Y no se deberían de confundir, pues en nada se parecen ni en el fondo ni en la forma.

En mis dos mundos, el reciclaje de contenidos, objetivos, técnicas, expresiones, etc es imprescindible. La evolución social, te debería obligar a evolucionar con ella, no a mirarte el ombligo por miedo que alguien te lo sustraiga, porque mientras bajamos la cabeza para ello el mundo dio dos vueltas y ya no estamos en la onda, nos hemos ido al "hondo" por eso nos ahogamos,... no aprendimos a sumergirnos en apnea.

A nivel personal no reciclar y evolucionar significa monotonía, aburrimiento y desmotivación, el final ya lo sabemos ...

A nivel profesional en el mundo del arte floral, la no evolución desemboca en el estancamiento, perdiendo atractivo en el mercado, sobre todo ahora que conviven muchas tendencias a la vez y es altamente voluble, generando incongruencias en el sector y daños colaterales en la información y atención a los clientes.

En el mundo de la enseñanza, si no evolucionamos a la par que nuestros alumnos y la sociedad no podremos tener una conexión con ellos que nos permita llegar de una forma directa para poder trasmitir los contenidos y conseguir los objetivos propuestos. Por poner un ejemplo, si ahora que cualquier revista nos regala un método de idioma testado para un aprendizaje interactivo, rápido, etc, pretendemos enseñarlo como hace 30 años encontraríamos una disfunción seria. Claro está, que eso no se hace, el bilingüismo nos lleva a la evolución de las lenguas de Shakespeare o de Robespierre a niveles que nos permitirían confundirnos con los aborígenes, ¿o no?

El estadio de futuro acomodado que hasta hace poco tiempo se avistaba, se ha borrado, y el drama de quedarse sin trabajo se puede ver aumentado, cuando se comprueba que la demanda para algunas actividades no existe. Y es entonces cuando nos damos cuenta de la existencia del contenedor amarillo, del verde, del azul...de cambiar de perfil profesional y reciclar nuestros conocimientos "aprender a aprender" que dirían los vacíos títulos de las viejas escuelas.

Y no debemos olvidar que entra en juego ahora un concepto que no se tenía demasiado en cuenta hasta hace poco, la capacitación. No sólo basta con saber hacer las cosas, hay que demostrar otras aptitudes. Muchísimas personas con alta formación no encuentran su espacio en el mundo laboral porque no basta con tener conocimientos, el plus es la iniciativa, la capacidad de aprender en un entorno práctico y no teórico y aprender rápido, y tomar decisiones coherentes al momento, saber trabajar en equipo,?

Reciclarnos nos afecta a todos, creo que es una obligación personal y profesional estar al día. Los que como yo nos dedicamos a la formación, tenemos que estar preparados para pasar casi las mismas horas al "otro lado del pupitre" que desde la tribuna del orador, sino ¿cómo vamos a compartir conocimiento con nuestros alumnos?

La ilusión es un buen motor para el reciclaje, la ilusión por nuestra labor, por el entorno en el que desarrollamos nuestras funciones y por las oportunidades de mejora que nos aporta y desde las que aportamos, debe convertirse en un eje de nuestro desarrollo... o dejaremos que se nos caiga el tejado.